Fallece César Young Núñez, poeta panameño

Hoy dejó de existir el poeta panameño César Young Núñez. Una de las figuras más vigorosas de nuestra literatura. Siempre con una sonrisa en la boca fue un hombre de su tiempo que abrazó con pasión la literatura.

Fue lector insaciable, poseedor de una gran erudición y sobre todo un gran conversador, animador destacado de la bohemia cuya voz de trueno podía citar verso a verso y de memoria y sin parar poemas enteros de Borges, Darío, Neruda, Vallejos o Hernández.

César siempre nos cautivó con su verbo ingenioso y su sentido del humor. Para Mariela Sagel, “es una pérdida para la literatura en todos los sentidos, no solo en el poético, ya que también era un gran ensayista y un gran lector. Se daba a sus amigos”.

Hace dos años recibió un homenaje de la Cámara del Libro y el Instituto Nacional de Cultura le otorgó la condecoración Rogelio Sinán (su amigo personal), reconociendo así la contribución del poeta a la cultura panameña. Young Núñez se encontraba enfermo, sin embargo, “eso no le impidió dejar una obra inconclusa de poesías dedicadas a sus amigas”, obra que según Sagel tratarán de sacar adelante.

Durante la década de los 1980 Young Núñez colaboró con el diario La prensa con las columnas Las gafas de Groucho Marx, Viaje submarino en veinte leguas, esta última firmada por Julio Viernes y Cartas a Julio Viernes que se publicó en los suplementos Ellas y Mosaico.

Dejó una amplia obra publicada desde la década de los 1960. Libros como: Poemas de Rutina (1967), Instrucciones para Ángeles (1972), Carta a Blancanieves (1976), Lecturas para lectores (1987) o Poesía mía que estás en los cielos (1991).

Fue gran admirador de Nicanor Parra y del antipoema como podemos darnos cuenta al leer sus poemas que siempre nos arrancan una sonrisa y algunos una estruendosa carcajada.

El amor tiene cara de teléfono (poema de César Young Núñez)

Tengo los anteojos rojos de tanto llorar

Y siento un gran dolor de teléfono

Cuando te llamo y no hablas conmigo

Tal parece que la vida ha sido una suerte

de episodios carentes de emoción

porque tu corazón fue como una dirección equivocada

en la nomenclatura de los ángeles

Y estos versos que yo le escribo

son para recitárselos por versófono

aunque éste sea el último dolor que ella me cause

porque al fin y al cabo he aprendido mi lección:

Cría curvos y te sacarán los anteojos!