Las 'chivas' en el Panamá de ayer

En Panamá, es común llamar a “chivas” al transporte que realiza recorridos internos en comunidades del interior y de la ciudad capital.

Las “chivas” de antes eran más pequeñas que las unidades del transporte actual (diablos rojos y unidades del Metrobús). El precio del pasaje era de 0.05 centavos en sus comienzos.

En cuanto a los asientos de estos transportes, tenían en su interior dos bancos largos de madera, uno en cada lado del bus. Esta ubicación de los bancos hacía que los pasajeros viajaran uno enfrente del otro.

La entrada de estos transportes eran bastantes reducida y el movilizarse adentro para una persona alta era dificultoso, tenían que caminar con la cabeza agachada, ya que la altura del techo al piso, no era tanta, en comparación a los actuales.

Con respecto a las unidades del Metrobús, donde no se escucha una melodía como en los diablos rojos o las chivas actuales, los conductores de antes sintonizaban emisoras con música como bolero, mambo, noticias o una radionovela.

El origen de la palabra “chiva” se remonta a que en los primeros años en que empezó este servicio de transporte, había un grupo de conductores de origen hindú, que colocaban una pequeña imagen de la diosa Shiva en el panel situado justo enfrente del timón, los pasajeros curiosos preguntaban qué era la retrato y los operadores respondían “Shiva”. Esta situación llevó a que la palabra se popularizara, al punto que los minibuses adquirieron el nombre.

En 1950 arribaron a Panamá una nueva generación de “chivas” bajo el modelo Fargo de la empresa estadounidense Chrysler.

A inicios de 1970, esos minibuses pasaron a un segundo plano con la llegada de los primeros transportes modelo Internacional conocidos como “diablos rojos”.

Poco a poco, los diablos rojos han sido reemplazados, desde el 2012, en varias rutas de la ciudad capital, por unidades del Metrobús y los denominados “busitos piratas”.