El Real Oviedo de Edgar Yoel Bárcenas fue goleado por el Deportivo de La Coruña
Edgar Yoel Bárcenas jugó los noventa minutos en este partido
El Real Oviedo llegaba a Riazor en busca de puntos y de confianza, con la necesidad de solucionar una serie de problemas que viene sufriendo durante el arranque de temporada.
Lejos de arreglarlos, este sábado se agrandaron más todavía. La baja de Aarón y el hecho de convocar a ocho hombres del filial, acabaron desembocando en una nueva vuelta de tuerca al esquema.
Anquela dio más presencia al centro del campo, sin perder la defensa de tres centrales, cerrando el carril izquierdo con Christian Fernández en el lugar de Mossa. Arriba, Joselu e Ibra esperaban su oportunidad; dibujo que el Oviedo empleó la pasada campaña en Pamplona ante Osasuna.
El Oviedo salió respondón en un escenario importante ante un gallito. Con la posesión de balón y presionando con intensidad al Deportivo, consiguió llegar con peligro en los primeros minutos de partido, como por ejemplo una llegada por la izquierda que no acierta a rematar Joselu.
El partido no estaba controlado, pero los azules parecían estar a gusto. Con esta situación, el Deportivo castigó como siempre le suelen castigar al Real Oviedo. Hay aspectos, como la concentración y la intensidad, que van más allá del trabajo de la estrategia y los azules se están viendo penalizados sobremanera en este tipo de jugadas esta campaña. Duarte, libre de marca a la salida de un córner, acertó con la portería de Champagne y el partido ya se puso cuesta arriba.
El Oviedo siguió llevando el peso del partido pero sin mordiente, inquietando únicamente de manera mínima con centros laterales que no encontraban rematador y con el Deportivo cómodo, saliendo rápido cada vez que robaba balón con Carlos Fernández incisivo que imponía verticalidad cuando recibía en carrera.
Tras el descanso, el planteamiento de partido no varió. El juego ofensivo de los azules giraba en torno a Sergio Tejera, que se dejaba caer a banda para sacar centros; sobre todo por la derecha. En uno de ellos remató Joselu, pero Dani Giménez atrapó sin problemas. Bárcenas se volvió a sentir cómodo desde el carril y probó acto seguido con un disparo desde la frontal que también acabó solventando el guardameta local.
Con el partido controlado, el Deportivo sentenció a la carrera, aprovechando la terrible endeblez defensiva carbayona, que fue un juguete en manos de los delanteros gallegos. Forlín no fue al corte y Quique González le ganó en velocidad para batir posteriormente a Champagne con un disparo seco tras un movimiento extraño del guardameta argentino poniendo el 2-0. Carlos Fernández, entrando con facilidad en la defensa carbayona puso el 3-0 al batir a Champagne con un balón picado. Los azules estaban fuera del partido y fueron totalmente sacudidos por el Dépor. Quique González puso el cuarto rematando a placer en el área pequeña.
El Oviedo tuvo la única ocasión clara en el descuento, en un disparo de Ibra al poste. Lejos de ser un bálsamo o una inyección de moral, el partido contra el Deportivo fue una sacudida tremenda para los azules. Los problemas, que ya eran grandes, se agrandaron más todavía en la peor semana posible. El Oviedo tendrá que rumiar el duro golpe pensando en el Sporting, que visitará el Tartiere el próximo sábado.
(Fuente: El Desmarque).