Muchachos, con los golpes también se aprende
Será importante ver la evolución de los acontecimientos y la respuesta del equipo panameño en un futuro... no muy lejano.
Este es el nivel real. Este es el modo Copa del Mundo de la FIFA. No hay otro camino. A esto nos enfrentaremos en el Grupo G del Mundial de Rusia 2018: Bélgica, Inglaterra y Túnez nos esperan y, créanlo, con los brazos muy abiertos, muy abiertos.
Simple y sencillo: el 6-0 ante Suiza —en el cartel de visitante— le dejó un aprendizaje "kinderiano" a la Selección de Panamá dirigida por el entrenador colombiano Hernán Darío 'Bolillo' Gómez: restan 79 días para Rusia y toca trabajar más, mucho más.
La responsabilidad de cada futbolista escarlata en sus respectivos clubes debe ser la máxima de máximas: buscar el mejor tono físico, sumar minutos, tomarse un papel relevante, cuidar su alimentación, sacar pecho y mostrar personalidad.
La primera parte ante Suiza, sobre todo, se trató de un "duro palo" para la Selección de Panamá. El aprendizaje llegó en serio y de la manera más rústica. Recordó a la abuelita, ya desaparecida, que te reprendía con puño de hierro cuando no cumplías al 100% con tus labores. Ella no te negaba el derecho a ver televisión, como sucede ahora con las nuevas generaciones... para marcar un símil: te rompía el móvil de última gama en la cabeza.
Así cayó el 6-0 de este martes. Nivel Mundial puro y duro. Combate en serio. Esto es enfrentarte mañana mismo a Jiren de Dragon Ball Súper. Lo dijo 'Bolillo', con estos equipos solo existen cuatro resultados posibles: ganar (porque, más allá de la diferencia, se puede obtener la victoria), empatar, perder y caer por goleada. ¿En cuál dijimos presente? Triste, pero le pusimos el gancho a la última casilla de la encuesta.
Errores puntuales ante Suiza: no existió funcionamiento en el 5-4-1, se desconectaron las transiciones defensa-ataque, el nueve no pesó, Suiza nos ahogó y pecamos en la zaga central. Miguel Camargo y Román Torres, muy flojitos. Gabriel 'Gavilán' Gómez luchó, pero se mostró errático. Panamá se ahogó en Lucerna.
Ojo. Esto no acaba aquí. Queda seguir trabajando para la Copa del Mundo. Por donde se le mire: esta es nuestra realidad. Lo repito: estamos a 79 días del torneo más importante de nuestra historia futbolística y no podemos agachar la cabeza. Queda una labor titánica por delante. Clasificamos, pero tenemos que dar la cara. Logramos el objetivo, sí; pero hay que dar la cara. Queramos o no, es así. Así se aprende. Muchachos, con los golpes también se aprende. #MentiraNoEs