"A los 15 años no tenía dinero para comprarme un par de tacos"
Nacido para el fútbol, en las calles de la Ciudad de Panamá. Escapó de las pandillas con la ayuda de su familia, que lo apoyaban monetariamente con lo poco que tenían. Ahora su vida dio un giro, y está en busca de establecer su nombre como uno de los más grandes del club.
Hace cuatro meses, cuando se encontraba en Nueva Zelanda para competir en el Mundial zub-20 con selección panameña de fútbol, Ismael Díaz tuvo un sueño: "Soñé que jugaba en el FC Porto con mi compañero de selección, Julián Velarde". Después de muestra de interés por parte del club, el delantero concretó una oportunidad para destacarse en el equipo B. Con sus demostraciones logro afirmarse como titular del equipo, anotando dos goles y dos asistencias en ocho partidos.
Su vida futbolística fue un viaje que comenzó en el barrio de Don Bosco, de la Ciudad de Panamá. Su talento lo llevó pronto a una escuelita de fútbol: Los Bravos de Tocúmen. “Creo que ya no existe” se lamenta el jugador. Tuvo su debut en la liga local los 15 años jugando para el Tauro F.C. “Recuerdo que mis inicios fueron complicados” dijo el delantero, “Mi padre dice que debo ser más agresivo y siempre me está pidiendo que marque goles"
Su tío, que era jugador, lo ayudo para comprar sus primeros tacos. Su madre también hizo su esfuerzo pidiendo dinero para los botines. “Afortunadamente, mi país siempre me ha apoyado”, reconoció el panameño, que durante su infancia resistió repetitivamente la tentación de unirse a alguna pandilla, una triste realidad de la juventud panameña. “Panamá es muy peligroso. Hay una gran cantidad de delincuencia, pero mi país siempre me ha mostrado el mejor camino y tuve la suerte de tener muy buenos amigos” explica Díaz.