El 'karma' de los técnicos de la Selección Nacional de Panamá

El final de Thomas Christiansen al frente de la Selección Nacional podría ser diferente al de sus antecesores, a los que nunca se les consideró su continuidad, a pesar a haber dejado ahogar al seleccionado panameño en la orilla del octogonal, después de una buena exhibición de brazada durante gran parte de la eliminatoria. Para muchos esto último representa un fracaso.

Hoy se le quiere dar un reconocimiento exagerado al entrenador europeo, haciéndolo ver como si él hubiera traído el verdadero fútbol al equipo nacional. Muchos llegaron a preguntarse, incluso, que no recordaban haber visto jugar tan bonito a una selección nacional.

Antes que el europeo, también hubo técnicos que a su manera hicieron su aporte en la selección, sea en la eliminatoria u otros torneos. Con Christiansen, todo el mundo se montó en el entusiasmo que generó el buen momento de la selección en el octogonal, en un país en el que poco o nada se le reconoce a los entrenadores de las selecciones y que fácilmente se olvida el pasado.

Claro que hay que valorarle el trabajo que hizo el entrenador danés. De más está decir, que los números del técnico europeo son buenos, a pesar de no haber dirigido antes a una selección nacional, como tampoco lo hicieron José Cheché Hernández, Gary Stempel o Julio Dely Valdés, por ejemplo. Más adelante me voy a referir a ellos y a Hernán Darío Bolillo Gómez.

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Lo que si no se puede esconder es que Christiansen fracasó en sus dos participaciones como entrenador, en torneos oficiales: la Copa Oro 2021 y la eliminatoria para Catar 2022. En la primera todos recuerdan, que se cortó una larga racha de avanzar de una fase de grupos a los cuartos de final, por lo menos, que se había dado entre el 2005 hasta el 2019, con ocho participaciones y dos finales.

Antes que comenzara el octogonal, había mucho escepticismo con esta selección por el flojo rendimiento que mostró en la Copa Oro. Entonces escribí en este mismo espacio, que independiente de que no se clasifique al mundial, había que pensar en dejar un buen material para el futuro, comenzar un proceso con un cambio generacional, en el que también los nuevos jugadores debían hacer su parte, para pensar con optimismo en el mañana, como en efecto se consiguió con Christiansen.

Con el nuevo proceso que se comenzó a gestar con el europeo, quedaron buenas sensaciones, más allá de que si el entrenador vino a aprender a dirigir una selección con Panamá. Desde ese punto de vista, lo veo positivo. Ahora, que Christiansen continúa o no al frente de la selección, ya es decisión de la federación, por lo pronto hay que pensar en que hay un grupo para seguir puliendo, pensando en un futuro a corto plazo.

En Panamá, los entrenadores que han dirigido en las últimas eliminatorias han dejado su sello, otra cosa es que no se les reconozca su pasado. Lamentablemente se cree que jugar una eliminatoria es sencillo, después de haber hecho una buena Copa Oro. Por eso cada cuatro años tropezamos con la misma piedra, aunque las realidades sean diferentes y el objetivo el mismo.

Para los que se les haya olvidado, voy a dar un repaso con algunos entrenadores que antecedieron a Christiansen, para refrescar de que con ellos también se dieron situaciones importantes, en un país sin estructura en este deporte y con una liga que todavía no tiene el condimento que reúnen las de los países vecinos de Centroamérica.

CHECHÉ HERNÁNDEZ

Del Cheché Hernández se conocía poco en Panamá. Había dirigido y perdido una final de la Copa Libertadores con el Deportivo Cali de Colombia, en 1999. Nunca había tenido a una selección nacional. Como Christiansen, vino a hacerlo en Panamá en el 2003.

En su primera aparición con los medios señaló que iba a tratar de ubicar a Panamá entre las primeras 50 selecciones del ranking de FIFA, lo que originó una serie de críticas. Sus declaraciones fueron tomadas como un exabrupto. Panamá estaba ubicada en el puesto 125 de la clasificación de la máxima rectora del fútbol.

Con Panamá, el entrenador colombiano consiguió clasificarla a su segunda Copa Oro 2005, después de la primera participación 12 años antes, en 1993. Además la clasificó al primer hexagonal.

En la eliminatoria para Alemania 2006, eliminó en la primera fase de 2004 a Santa Lucía, y en la segunda, de ese mismo año, a El Salvador y Jamaica, en un grupo en que se clasificó primera a la hexagonal, Estados Unidos y, segunda, Panamá.

Se le ganó por primera vez de visitante a Jamaica, en un partido que vio nacer dentro de la selección absoluta a la figura del portero Jaime Penedo (4 de septiembre de 2004), quien 14 años después fuera el cancerbero de Panamá en la Copa del Mundo de Rusia 2018.

Con Estados Unidos se empató 1-1 en el Rommel en su primer enfrentamiento de una eliminatoria, antes de la hexagonal, y ya en el grupo de los seis se igualó 1-1 con México, por primera vez en un eliminatoria mundialista.

En la Copa Oro 2005 se le ganó dos veces a la Colombia de Reinado Rueda, tanto en la fase de grupos como en las semifinales. En Colombia los medios no daban crédito a lo que había pasado. La selección cafetera que asistió a ese torneo como invitada, no contó con su primer cuadro, pero entre los convocados estuvieron futbolistas de primera nivel, ya consagrados.

En esa Copa Oro se perdió la final con Estados Unidos después de empatar sin goles en 120 minutos, para caer después en los penales. Fue el partido más emocionante que recuerde de un enfrentamiento con los gringos. Se jugó un partido tan espectacular, como los que se hicieron en algunos juegos en el pasado octogonal. Varios de nuestros jugadores quedaron como figuras del torneo de Concacaf.

En Panamá muchos creyeron que por lo de la Copa Oro ya se podía clasificar al Mundial de Alemania, pero fue todo lo contrario, la selección defraudó en el resto de los partidos del calendario de la hexagonal.

Del libro: Jaime Penedo, nunca te rindas, voy a extraer tres párrafos de lo que dijo el ex seleccionado acerca del Cheché Hernández:

"Cheché nos cambió la mentalidad. Se las sabía todas. Recuerdo que lo primero que hizo fue sacar a unos jugadores de la Sub 23 por indisciplina y todos los demás quedamos asombrados con su determinación. Esto no lo habíamos visto antes. Así fue marcando sus pautas".

"No olvido unas palabras que nos compartió Cheché y que se convertirían en una de mis filosofías de vida: 'Ustedes tienen una gran bendición, a través del fútbol pueden llevar alegría y hacer que una persona con algún sufrimiento o necesidad, con el triunfo de su selección pueda olvidarse, aunque sea un minuto de esa angustia".

"Definitivamente que Cheché como entrenador y como ser humano influyó en mi carrera y en mi vida. Me mostró que creer en uno mismo es fundamental para lograr lo que uno desea, así sea que tu alrededor te indique lo contrario".

Cheché Hernández había comenzado a cambiar la historia de la selección nacional, pero no se le consideró su continuidad para ese proceso, que tuvo sus frutos 14 años después con la clasificación a la primera Copa del Mundo en Rusia.

GARY STEMPEL

Gary Stempel fue el entrenador que cambió la historia de Panamá con las selecciones menores. Clasificó a Panamá a su primer mundial Sub 20 en Emiratos Árabes Unidos 2003.

Nunca dirigió en una eliminatoria mundialista con el equipo mayor, pero consiguió ganar la única Copa de Naciones o Centroamericana. Además de ser uno de los entrenadores más ganadores en la liga doméstica, en la que hizo grande al San Francisco de La Chorrera, con cinco de los seis títulos que ha alcanzado en la liga el entrenador panameño, naturalizado inglés.

Estuvo como interino antes de la llegada de Christiansen y se vio su interés en comenzar un nuevo proceso con jugadores jóvenes, lamentablemente los resultados no le fueron favorables.

JULIO DELY VALDÉS

Julio Dely Valdés quedó marcado por perder, inexplicablemente, en los minutos finales contra Estados Unidos, un partido que lo estaba ganando, en un resultado que lo dejó fuera de un repechaje y que clasificó de carambola a México a la repesca.

Toda la culpa se le achacó a Julio Dely, por obvia razones, era el entrenador, pero no se puede desconocer que en ese partido los jugadores tampoco pusieron de su parte en esos últimos minutos, en los que se portaron con si fueran amateurs, a pesar de la experiencia internacional que tenía la base del equipo.

Con Dely Valdés se llegó a la segunda final de una Copa Oro, en 2013, que perdió con Estados Unidos. Sin embargo, en ese torneo se dieron dos resultados importantes cuando Panamá derrotó dos veces a México, en la fase de grupos y en las semifinales.

En la Copa Oro de 2011 se había vencido por primera vez a Estados Unidos, en una fase de grupos, en un encuentro bien jugado y con una buena dirección. Todavía recuerdo ese partido, que fue tan especial como algunos que se jugaron con Christiansen.

En su papel de interino, antes de la llegada del entrenador danés, con Julio Dely se consiguió el empate más pesado que haya tenido el fútbol panameño, al empatar 1-1 con Brasil, en un amistoso en Portugal.

Con el entrenador colonense se consiguieron buenos resultados, pero al final quedó el sabor agridulce por la manera cómo se quedó eliminado de la opción del repechaje, para aspirar estar en el Mundial de Brasil 2014, algo parecido a lo que acaba de pasar con Christiansen.

BOLILLO GÓMEZ

Hernán Darío Gómez fue el entrenador que ha llegado a Panamá con la mejor carta de presentación. Había ganado una Copa Libertadores con el Atlético Nacional, como asistente de Francisco Maturana.

Como entrenador, Bolillo Gómez había clasificado a dos mundiales como técnico de Colombia y Ecuador, además de los dos mundiales con la selección cafetera, en los que estuvo como asistente de Francisco Maturana.

Cuando fungió de asistente en Colombia, en los medios y entre la afición se escuchaba decir que el Bolillo Gómez era el que sabía más en la selección.

Cuando lo fichó la Federación Panameña de Fútbol, Bolillo Gómez llegó a decir de manera tajante, que si a él lo trajeron era para clasificar a Panamá, y a su manera lo cumplió. Una expresión que irritó a muchos.

Sin embargo, a pesar de que hay mucha gente que le agradece al entrenador colombiano por haber clasificado a Panamá a su primer mundial, también hay otro gran sector que lo aborrece.

Hoy todavía hay gente que no le reconoce nada al colombiano y argumentan que la clasificación a su primera Copa del Mundo fue toda por los jugadores, o porque aquella vez se alinearon los planetas, en esa rara noche del 10 de octubre de 2017, en la que inexplicablemente Estados Unidos perdió de visitante en la casa del colero de Trinidad y Tobago, que su única victoria en la hexagonal, antes de enfrentar a los gringos, había sido precisamente contra Panamá. A esa misma hora en el estadio Rommel Fernández, la selección nacional derrotaba a Costa Rica, gracias a un gol fantasma, en momentos en que no existía el VAR.

Con el Bolillo Gómez la selección se dio un vitrinazo en la Copa América Centenario donde ganó protagonismo en su debut, cuando se impuso a Bolivia.

A pesar de las críticas con el colombiano por su manera de trabajar, en el que algunos lo llegaron a tildar de "vago", el Bolillo Gómez le cambió la manera de pensar a este grupo, que tenía una base con un largo proceso que arrastraba desde los tiempos del Cheché Hernández.

Bolillo Gómez sabía de la experiencia que tenía su grupo, por eso hizo más hincapié en lo teórico que en lo práctico, esto último ya lo tenía la mayor parte de sus dirigidos con muchas horas de vuelo. Allí se gestó el momento histórico en el que el técnico le hizo entender al grupo que sí se podía conseguir el objetivo. El resto es historia.

A pesar de clasificar al Mundial, a la federación nunca se le vio el interés de renovarle el contrato al técnico cafetero, a pesar de que en países como Ecuador existía una atracción por el Bolillo Gómez.

THOMAS CRISTIANSEN

En su primer encuentro con el Bolillo Gómez, Thomas Christiansen le amargó el estreno al colombiano como nuevo entrenador de Honduras, en esa remontada inolvidable, pero el ex entrenador panameño se cobró una revancha en el partido de vuelta, con un empate que dolió mucho en Panamá y que fue el comienzo del debacle.

Fue un enfrentamiento entre un primerizo en una eliminatoria y un zorro en estas lides, con cinco participaciones en copas del mundo. El resultado se notó en la cancha.

No obstante, a diferencia de sus antecesores, al entrenador europeo le tocó bailar con la más fea, ya que tuvo que venir a dirigir en plena pandemia, además de asumir el reto de comenzar un proceso en un país, donde antes de clasificar al mundial, muchos ya tenían ínfulas de grandeza, por lo que venía haciendo la selección en los últimos años, y más todavía ahora que había jugado por primera vez en una Copa del Mundo.

Esa presunción de grandeza por haber ido a Rusia y por el buen arranque en el octogonal se notó en parte de la eliminatoria, cuando todo era risas y color de rosas con la selección. Pero después vino el debacle, que por momentos parece que fuera parte del ADN de nuestros seleccionados, cuando no se puede responder a las expectativas en el momento en que hay que hacerlo.

Con Christiansen se mejoraron los números en sus 23 partidos oficiales y los siete amistosos, se le ganó por primera vez a Estados Unidos en el Rommel Fernández, se apostó siempre al juego ofensivo, que en momentos hacía ver vistoso el juego de la selección cuando se transitaba el balón, por sus desplazamientos rápidos. "El sistema europeo", comenzó a escucharse en algunos medios y por las redes, pero en lo que nunca se pudo mejorar fueron en las carencias a la hora de defender cuando el rival atacaba.

El hecho de que el técnico asumiera como propios sus errores y sus retos, y que nunca se dejara influenciar por lo que pedía la prensa, fueron dos situaciones que mostraban que estábamos frente a un entrenador independiente. Pero es obvio, que su inexperiencia con una selección y su primera eliminatoria, le pasó la factura, como también se la pasó a los jugadores que no respondieron cuando tuvieron que responder, por eso al final el culpable no fue únicamente el entrenador.

Lo que venga ahora hay que asumirlo rápido. Si le van a dar continuidad al entrenador, que creo que se lo merece, hay que hacerlo, siempre que sus pretensiones económicas no sean las que se manejan por las redes. No importa que haya venido a aprender con Panamá en el manejo de una selección. Hoy Christiansen tiene más experiencia, conoce el medio, el área, los jugadores, la Liga Panameña de Fútbol, y lo principal: tuvo su primer baño de eliminatoria.

El proceso ya ha comenzado. Ahora hay que continuarlo, para ir mejorándolo.

Campo Elías Estrada (El autor es periodista)cestradacampo@gmail.com