Declaraciones de Gabriel Gómez luego de la derrota de Atlético Bucaramanga

Atlético Bucaramanga tenía diseñado un partido para aguantar el cero en su portería y contraatacar, pero un penalti mal sancionado por el árbitro y que cambió por gol Diego Álvarez para Patriotas, le modificó los planes al equipo ‘Leopardo’.

Con el resultado en contra a partir del minuto 31, el conjunto ‘amarillo’ se vio forzado a realizar una propuesta más ofensiva para conseguir la igualdad, pero lució impreciso, sin creatividad y débil para generar riesgo en la portería adversaria.

Los orientados por Diego Cagna tenían controlado el juego, más allá de que la posesión del balón era favorable para los boyacenses.

El elenco ‘muisca’, que ya había sorprendido a Santa Fe y Nacional, no encontraba los argumentos futbolísticos para someter a un Atlético que con orden táctico, oficio para marcar y solidez defensiva, esperaba su momento para hilvanar un contraataque certero.

Pero el club ‘amarillo’ pagó caro un error de apreciación del árbitro del compromiso, Carlos Betancur.

Iván Rivas tropezó con el piso y cayó en el área, pero el juez, al parecer, interpretó que Marlon Torres, quien llegó al cierre, lo derribó. Las protestas de los jugadores del equipo santandereano fueron en vano y Diego Álvarez se encargó de doblegar al portero Ojeda desde los ‘12 pasos’.

Transcurrían 31 minutos y el ‘Leopardo’ fue obligado a abandonar su propuesta defensiva, para tomar una más ofensiva que le permitiera prolongar su buen momento en la Liga Águila I de 2018 (cuatro fechas de invicto, con dos empates y dos victorias).

Con los mismos hombres, pero con un cambio en el ‘chip’, Atlético Bucaramanga buscó la igualdad, pero allí aparecieron los problemas.

Los papeles se invirtieron y Patriotas retrocedió varios metros para hacerse fuerte en su zona y aprovechar los espacios que otorgara el rival.

Bucaramanga, en cambio, adelantó las líneas, pero careció de profundidad. Y si con John Pérez y Sherman Cárdenas, los de mayor talento del ‘Leopardo’, era difícil superar al bloque defensivo impuesto por Patriotas, sin ellos, que fueron sustituidos, se transformó en una misión imposible.

Con el ingreso de Yilmar Filigrana y Michael Rangel, el Atlético intentó entrar por los costados, aprovechando también la habilidad de Johan Caballero, pero pocas veces logró sorprender para llevarle el esférico, tanto a Rangel como a Arizala, que esperaban en el área.

El cuadro búcaro pasó el examen en defensa, teniendo en cuenta que pocas veces se vio sorprendido por el adversario, pero en esta ocasión quedó en deuda en ataque, debido a que no logró generar las jugadas suficientes para pensar en la igualdad.

Con el 1-0, Patriotas se mantiene entre los mejores de la competencia con 13 puntos, mientras que Bucaramanga, con ocho unidades, sigue de la mitad de tabla para abajo.