Contra viento y marea, los Dely siguen poniendo el 'pechito'
A eso de las 8:30 a.m. de ayer llegamos al Rommel Fernández y lo primero que vimos fue a un grupo numeroso de jugadores en el engramado. ¿Serán los convocados de Dely? Para mi sorpresa se trataba del Sporting de San Miguelito que entrenaba para lo que será el choque de este fin de semana ante el Tauro. Siguiendo con la mirada, al final, y bastante lejos de los cables y cámaras de las unidades móviles de los canales, se podía apreciar a los dos gemelos Dely Valdés trotando; así como lo hacía un grupo no mayor de 10 convocados criollos para el choque del 7 de junio ante México. El calor y la humedad hicieron su parte en ese momento; los llamados para este partido corrían y corrían hasta que por fin terminaron. Solo fue corrida y estiramiento por el día de ayer. Primer día de entrenamientos luego que la cerveza no lo permitiera el lunes pasado.
Cuando hablamos de cerveza no es porque estuvieran engomados los jugadores ni el cuerpo técnico; lo digo por el hecho de que esta empresa, la que “Destapa su orgullo”; no sé qué orgullo, porque el mío no es secuestró todo lo que oliera a Benjamín Franklin de las arcas de la Fepafut. Bueno, siguiendo con lo importante, se trató de una preparación algo leve como para calentar motores.
Algo que todos los colegas periodistas esperaban, en esa me incluyo, era la conferencia posterior al entrenamiento. Cuando todos tuvimos a Julio al frente llegó la pregunta que por varios días teníamos en el cañón, esperando para dispararla al técnico del seleccionado: ¿afecta el secuestro que le hizo la Cervecería del Barú a los convocados? Julio ya venía preparado, y sin que el periodista terminara de formular la pregunta llegó la riposta. “Claro que afecta, esto es preocupante, afecta al fútbol ahora por el momento que estamos pasando”; así de fácil lo resumió el timonel de la selección, quien ha logrado cosas que ningún otro técnico ha conseguido en la historia del fútbol local.
Al final el tema murió ahí y tanto Julio como los mismos jugadores ponen sus esperanzas en el cuerpo de abogados que tiene la Fepafut para que se resuelva este tema. Tema, que dicho sea de paso, nos enteramos que hasta el momento es incierto, pues, según algunos federados, deben cumplirse varios trámites para que los fondos sean liberados y con todo y eso el tiempo sigue pasando y junio está a la vuelta de la esquina.
Solo ayer en la tarde la misma Fepafut dijo, a través de las redes sociales, que la cosa seguía igual. Y lo más triste es que ni se puede sacar ni se puede meter dinero en la cuenta para que por lo menos haya plata para lo básico.
En este caso yo sí me hago eco de la situación por la que atraviesan los hermanos Dely, cuando de buena fe han tomado las riendas del fútbol criollo y le ha caído las siete y una plaga de Egipto y todas su derivaciones. Ejemplo de esto, el problema con Amílcar Henríquez que desestabilizó la palestra deportiva en ese momento; la pérdida física de la madre de los gemelos y ahora viene una empresa con su orgullo tocado y le pone límites a las pretensiones que tiene estos dos hermanos PANAMEÑOS por lograr alcanzar la victoria en una Mundial de Fútbol.
Cuando hay que tratar de decirle al técnico qué está haciendo mal con su tropa se le dice, pero también hay que reconocer que estos hermanos han pasado las verdes y las maduras siempre con la frente en alto y haciendo el trabajo para el que fueron contratados y que hasta la fecha no han cobrado su última quincena. ¡Que mal!, les aseguro que cualquier directivo de la empresa del “orgullo” no cobra una quincena y sigue trabajando como si nada, en cualquier momento se debe sentir un poquito molesto. A menos que sea millonario y le sobren las lanas.