Salimos a matar y nos mataron

Para una buena ofensiva; una mejor defensiva. Pues al parecer eso fue lo que se vio ayer en el Soldier Field de Chicago, cuando una selección de Estados Unidos se dio cuenta que los panameños salen a matar en los primero minutos de partido y que luego que consiguen el gol se echan a dormir. Bueno, quién mejor que Jurgen Klinssman, un veterano de mil batallas, para ponerle la píldora que controlaría la adrenalina de once panameños en el campo.

El técnico estadounidense supo mantener sin movimiento a “Negrito” Quintero; sin opciones a Gabriel Torres y supo cerrar los espacios de una manera magistral en los primeros minutos de juego, que es donde los panameños siempre salen con ganas, pero luego de los 30 minutos, cuando ya acabó la arremetida criollo, entonces los de las barras y las estrellas sacaron el librito e hicieron de las suyas ante la mirada del combinado panameño que solo defendía para ese entonces.

Algunos comentaristas decían que a los panameños los habían cansado; en verdad esa parecía ser la estrategia de los estadounidenses, y les funcionó. Quizás algunos dirán que llegamos muy lejos, que nadie esperaba esto, pero lo cierto es que, como el mismo Julio lo dijo, ellos fueron a probar jugadores y eso también incluye aprender de la experiencia vivida.

Me llama mucho la atención que nosotros, los panameños, salimos a matar en los primeros minutos; luego, conseguimos el tan anhelado gol, nos emocionamos y buscamos otro, pero la cuestión es cuando pasa el tiempo y no llega ese gol. Los criollos se cansan porque dejan todo en los primeros minutos y allí es donde estrategas de nivel como el alemán, saben sacar el triunfo dominando la posesión del balón.

Pasa algo muy parecido al boxeo, el púgil espera para probar la pegada del contrario y luego cuando sabe que su rival no tiene mucho que dar, arremete y con confianza consigue el triunfo…

Por: Laureano Barría M.