Muguruza: "Me gusta que la final sea contra Serena"
Garbiñe dice que una final con Serena sería lo más bonito.
La española se enfrentará a Serena Williams en la final de Wimbledon.
Entrevista de Marca.com
Garbiñe Muguruza concedió una entrevista al diario español MARCA, en la que habló sobre su clasificación a la final de Wimbledon, su primera final de Grand Slam.
Ha asimilado ya que está en semifinales de Wimbledon?
Ahora mismo estoy un poco intentado pensar sólo en mi siguiente partido. En la monótona vida de un tenista, como la de los caballos. Es curioso que me haya pasado aquí, en Wimbledon, no me lo esperaba. Pero bueno, para mi entorno no es tanta sorpresa porque siempre me habían dicho que jugaría bien en hierba. Estoy contenta porque me había quedado dos veces en cuartos de un Grand Slam y he dado un paso más.
Pega un revés paralelo ganador, incontestable para Timea Bacsinzky, que le da el pase a la penúltima ronda. ¿Qué se le pasa por la cabeza?
Pues me quedé un poco en blanco. Es en plan: he ganado, ¡qué fuerte! Estoy en semifinales. No sé, al final, entrenas y trabajas todos los días para conseguir este tipo de cosas. Sientes que todo el esfuerzo ha valido la pena.
En los octavos, tras su victoria con Caroline Wozniacki, se tiró de espaldas. Ante Bacsinszky también, aunque le costó más.
(Risas). Es que me quedé pensando: Ha fallado, ¿no? Pero yo que sé, me sale lo que me sale.
Rafael Nadal, en su primera presencia en Wimbledon, en 2003, declaró que lo que más le impresionó de Wimbledon y, sobre todo, de la central, era el silencio. ¿A usted le pasa lo mismo?
Tuve la ocasión de jugar una vez en la pista principal hace dos años porque me habían programado con una inglesa en la cancha como 27, pero no sé qué pasó que nos cambiaron. Y sí, me impresionó el silencio y el hecho de que no haya ningún tipo de publicidad. Te sientas en la silla de cambios y todo el mundo empieza a hablar y cuando el árbitro dice tiempo, de repente, no se escucha nada. Claro que impresiona. Te dices a ti misma: ¡Ay qué silencio! Es muy respetuoso. Está bien.
Conchita Martínez, ahora la nueva capitana de la Copa Davis, es la única española que ganó en el All England Club, en 1994. ¿Tiene en mente la final que disputó con Martina Navratilova?
Tenía un año, era demasiado pequeña. Vi la final cuando estábamos con el equipo de Copa Federación en la eliminatoria de Rumania el pasado mes de febrero. Y todas nos reíamos porque las imágenes parecían como si fueran del paleolítico.
¿Salió en ese momento la conversación de la dificultad que entraña ganar Wimbledon para una española?
Es difícil ponerte a hablar de la gira de hierba porque al final son dos semanas al año. Y es un poco al que le va bien, le va bien, y sino, a pensar en el siguiente año otro Wimbledon más. Para mí ha sido una sorpresa romper aquí la barrera de cuartos en un Grand Slam.
Wimbledon es un torneo diferente a los demás por las tradiciones. Vestir de blanco, jugar sobre césped, diferente vestuario para los cabezas de serie... ¿Qué piensa cuando la última instrucción de los árbitros antes de empezar es: cuiden la hierba?
Lo entiendo, es normal que lo tengan que decir porque si pegas un raquetazo abres un boquete.
Usted es de las pocas jugadoras, por no decir la única, que sigue con la superstición de no mirar los cuadros. Prefiere ir partido a partido. ¿Cuándo se enteró que tenía a Agnieszka Radwanska en semifinales?
Pues antes de dirigirme a la rueda de prensa oficial. No tenía ni idea. De hecho, pensaba que iba a jugar con la ganadora del partido entre Serena y Azarenka.
¿Es consciente que a sus 21 años ha hecho historia y que puede hacer aún más?
Sí, bueno, soy consciente. La verdad es que es fantástico. Hay pocas personas que pueden optar a estar así.
Su entrenador, Alejo Mancisidor, me comentaba el otro día que hasta hace un año necesitaba pastillas para conciliar el sueño. ¿Tan nerviosa es usted?
Es que vivo mucho el tenis, me pongo nerviosa, siempre quiero ganar todos los partidos y, si juego al día siguiente, me pongo eléctrica. Pero con el tiempo lo llevo mejor y ya puedo dormir sin tomar nada.
Wimbledon también es un torneo diferente para Garbiñe porque, junto al resto de su equipo, tiene alquilada una casa en el barrio, a escasos metros del All England Club. ¿Cuáles son sus tareas en la convivencia diaria?
Yo abro la puerta y digo: hasta luego. Es broma. Suelo ayudar un poco en la cocina pero sobre todo lo que hago es molestar. Yo, la verdad, es que soy la encargada de la música. En París escuchaba salsa, pero aquí pongo a todo volumen música rap, hip-hop y los tengo a todos enfadados conmigo.
¿Me puede decir que ha cocinado estos días?
Hice un brownie, una tortilla de patatas y cebolla, crema de champiñones y un flama. En general, yo soy más de hacer postres. También es verdad que molesto bastante a Alejo, mi entrenador. Estoy todo el día diciéndole: ¿A ver qué haces?.
¿Ha llegado a soñar una final de Wimbledon con Serena Williams?
Me lo podría imaginar pero creo que me falta un partido muy complicado de jugar. Pero es evidente que, si me preguntan con quién me gustaría jugar una final de Wimbledon, diría con Serena. Sería lo más bonito.