Repetición - Jelou!
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Panamá/En conferencia de prensa se dieron los detalles para la XLIX Maratón Internacional de Panamá, que se celebrará el próximo 23 de noviembre del 2025 con 3 categorías y la presencia de corredores nacionales e internacionales.
La administradora de la Autoridad de Turismo, Gloria de León, comentó que conoce muy bien el impacto económico que este tipo de eventos generan en el país y aseguró que, así como están brindando este apoyo logístico, estarán al tanto de los próximos eventos deportivos que causan impacto a nivel nacional.
Además, mencionó que brindarán apoyo en logística y seguridad para los corredores, aunque no de forma económica, pero destacó que esto incentiva a las empresas privadas a contribuir, dinamizando la economía local. En los próximos días, se reunirán con los equipos de seguridad para definir las necesidades específicas del evento.
El año pasado participaron 2,589 corredores (1,410 panameños y 1,179 extranjeros), una cifra que esperan superar este año. Pronto se abrirán las inscripciones, por lo que recomiendan estar atentos a sus redes sociales.
Los ganadores recibirán 3,000 en la categoría de 42km (hombres y mujeres) y 3,000 en la categoría de 42km (hombres y mujeres) y 1,200 en la de 21 km, mientras que la categoría de 5 km no tendrá premio en efectivo.
La ruta comenzará y terminará en la sede del Miramar, con puntos de hidratación cada 2 km, además de ambulancias y motorizados para garantizar la seguridad de los participantes.
Las maratones se han convertido en eventos clave para las ciudades latinoamericanas, no solo por su impacto deportivo, sino también por sus beneficios económicos, sociales y turísticos. Estos eventos fomentan el deporte, promueven estilos de vida saludables y generan un sentido de comunidad entre participantes y espectadores.
En el ámbito económico, las maratones dinamizan la industria turística. Atraen a corredores internacionales, que generan ingresos en hotelería, restaurantes y transporte. Además, impulsan el comercio local, ya que los participantes suelen consumir bienes y servicios durante su estadía. Ciudades como Buenos Aires, Ciudad de México y São Paulo han visto cómo estos eventos contribuyen a su economía urbana.
Desde el punto de vista social, las maratones unifican a las comunidades. Personas de diferentes edades y niveles socioeconómicos comparten un mismo objetivo: superarse. También sirven para promover causas benéficas, como campañas de salud o recaudaciones para fundaciones.
En materia de infraestructura, estos eventos incentivan a las ciudades a mejorar sus espacios públicos, desde calles hasta parques, beneficiando a todos los ciudadanos. Además, refuerzan la seguridad vial y la planificación urbana.
Por último, las maratones posicionan a las ciudades en el mapa global. Eventos como la Maratón de Santiago o la Carrera de la Mujer en Bogotá son ejemplos de cómo el running puede convertirse en un símbolo de identidad y progreso.
En resumen, las maratones no son solo carreras: son herramientas de desarrollo urbano, inclusión social y promoción turística. Su crecimiento en Latinoamérica demuestra su valor como catalizadores de cambio positivo.