Rusia y el dopaje seguirá ocupando la atención en el 2018
Las réplicas del terremoto siguen dejándose notar e incluso con cierta intensidad.
Rusia y el dopaje siguieron acaparando titulares en 2017 y los continuarán ocupando en 2018: por el momento, el país no podrá participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero en Pyeongchang (Corea del Sur) y en el atletismo la suspensión se prorrogó y dura ya desde noviembre de 2015.
Fue entonces cuando la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció la suspensión de Rusia por el escándalo de dopaje estatal. Después llegaron las medidas tomadas por el Comité Olímpico Internacional (COI), otras federaciones internacionales, las investigaciones -especialmente el informe McLaren de 2016- de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)... Una cascada de noticias e informaciones que continúan poniendo a Rusia en el centro de todas las sospechas, que todavía no han quedado disipadas.
Las réplicas del terremoto siguen dejándose notar e incluso con cierta intensidad.
En las últimas semanas han venido sobre todo en forma de una lluvia de descalificaciones de resultados deportivos, especialmente de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi-2014, momento clave de los planes de dopaje rusos.
El país ha visto así perder medallas de esa cita -de 13 títulos en Sochi la cuenta bajó a 9- y cómo se han dictado suspensiones de por vida para los Juegos Olímpicos. Entre los campeones destronados de 2014, el dos veces oro en bobsleigh (por parejas y a cuatro) Aleksandr Zubkov o Alexander Legkov, vencedor en los 50 kilómetros, la prueba reina del esquí de fondo.
El 5 de diciembre, en Lausana (Suiza), el COI dictó sentencia: Rusia no vuelve por ahora a la familia olímpica y no estará en los Juegos de Pyeongchang en febrero. Sólo los deportistas rusos que acrediten estar limpios podrán estar en esa cita olímpica, aunque con bandera neutral.
Tras la enorme decepción inicial, desde el gobierno ruso se anunció que no habrá boicot a los Juegos de Pyeongchang y que no pondrán trabas a los deportistas que compitan en esa fórmula concedida por el COI.
"La mayoría de las acusaciones están basadas en hechos sobre los que no existen pruebas", insistió el presidente ruso, Vladimir Putin, que prometió "cooperar" con la AMA pero también defender "los intereses de nuestros deportistas ante los tribunales".
Desde el gobierno de Putin se ha negado en repetidas ocasiones la implantación de un sistema de dopaje institucionalizado.
Pero entre las organizaciones internacionales el consenso es generalizado en sentido contrario.
En la IAAF, la Federación Internacional de Atletismo, el deporte que empezó a temblar con este asunto, todo sigue igual en este asunto.
El último reanálisis de la situación rusa se hizo a finales de noviembre y se mantuvo vigente la suspensión, que dura desde noviembre de 2015.
"Algunas de las condiciones para la rehabilitación de Rusia fueron cumplidas, pero otros criterios aún no, como la rehabilitación de la Agencia Antidopaje rusa como agencia antidopaje independiente y el reconocimiento por las autoridades rusas de las conclusiones del Informe McLaren de un dopaje institucionalizado (...). "Mientras no se admita lo que ocurrió, no estaremos convencidos de que no volverá a pasar", declaró Rune Andersen, presidente del grupo independiente implantado por la IAAF para verificar los progresos de Rusia en la lucha antidopaje.
En el examen constante al que están sometidos los responsables rusos, el Consejo de la IAAF volverá a valorar el caso en la primera parte de 2018, en principio en marzo, coincidiendo con el Mundial en pista cubierta de Birmingham.
En el Mundial al aire libre de agosto de 2017 en Londres, el que pasará a la historia por la gran despedida de las pistas de Usain Bolt, Rusia no pudo contar con su bandera y 19 atletas de ese país pudieron participar tras cumplir una serie de requisitos y hacerlo bajo bandera neutra.
"Nos encantaría readmitir a los atletas rusos pero es necesario que se cumplan las condiciones", estimó el presidente de la IAAF, Sebastian Coe.
Rusia tendrá que continuar ahondando en sus reformas para enterrar, ya de una vez por todas, uno de los episodios más oscuros y graves de la historia de su deporte.
AFP.