Rousseff será invitada a la ceremonia de apertura de Río-2016
A pesar de que no está en la presidencia de Brasil
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, que enfrenta un juicio de destitución en el Senado, "será invitada" a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro el 5 de agosto, informó el jueves el comité organizador.
"No invitamos al jefe del Estado para la ceremonia, el jefe del Estado ya sabe que va a representar a su país en la ceremonia, y el jefe del Estado de Brasil hoy es el presidente Michel Temer, por lo que declarará la apertura de los Juegos", afirmó el director de comunicación de Rio-2016, Mario Andrada, durante la visita de prensa a la Villa Olímpica.
"La presidenta suspendida Dilma (Rousseff) no ha sido invitada, pero lo será", añadió. "Pero no sólo ella será invitada, sino también todos los expresidentes, eso forma parte de la democracia y del protocolo olímpico".
Rousseff fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo y está siendo juzgada ahora por el Senado por manipulación de las cuentas públicas en 2014, año de su reelección, y a inicios de 2015.
A partir de entonces asumió el poder de forma interina Temer, quien fue su vicepresidente durante más de cinco años y luego se convirtió en uno de los principales articuladores de su salida.
Temer será el jefe interino del Estado hasta que el Senado decida si Rousseff debe ser finalmente destituida en una sesión ahora prevista para el 22 de agosto -un día después del cierre de los primeros Juegos que acogerá Sudamérica-, según el último cronograma aprobado este miércoles por la Cámara Alta.
En caso de que la mandataria sea declarada culpable, Temer completaría el mandato hasta el 31 de diciembre de 2018.
Durante una visita al Parque olímpico el pasado martes, donde fue preguntado sobre la eventual presencia de Rousseff en la ceremonia de apertura, el presidente en funciones respondió: "Para mí, poco importa", antes de precisar que "evidentemente" no tenía ninguna objeción.
El presidente del comité organizador, Carlos Nuzman, afirmó de su lado que iba a tratar el tema de forma separada tanto con Temer como con Rousseff antes de anunciar la posible presencia de la mandataria suspendida en la inauguración del 5 de agosto.