Phelps y su papel de líder entre los nadadores de EEUU
Michael Phelps ya dejó de ser el joven maravilla y llega a sus últimos Juegos Olímpicos como el patriarca del equipo de natación. El ganador de 14 medallas de oro olímpicas es introvertido por naturaleza y ha sido criticado por su comportamiento huraño. Pero en Londres, Phelps lleva la voz cantante en las reuniones del equipo y demuestra interés en ayudar a los nadadores más jóvenes. "Muchas veces la gente espera que no diga nada porque es Michael Phelps, pero para los muchachos en el equipo, es bueno escucharlo", comentó el miércoles el especialista en pecho, Brendan Hansen. "Creo que ha hablado más en este viaje que cualquier vez que lo haya visto", agregó Hansen, quien recordó que vio a Phelps apenas unas cuentas veces en los Juegos de 2004 en Atenas. "Llegó a un nivel de madurez. Se preocupa mucho más por el equipo y creo que eso hará que nade más rápido". A diferencia de la mayoría de los nadadores estadounidenses, Phelps no estudió en la universidad, por lo que no estuvo en contacto con el ambiente de equipo que prevalece a ese nivel. Y ser un fuera de serie lo colocó en un nivel distinto al resto de los nadadores. Esta vez, su meta es ganar siete medallas de oro, no ocho como en Beijing. Una carga fuerte, sin duda, pero no tan épica como hace cuatro años. En ese momento, Phelps se concentró en guardar cada pizca de energía física y emocional mientras ganaba ocho medallas en ocho días, sin socializar muchos con sus compañeros. "Esta vez estamos mucho más relajados, no sólo yo, sino todo el equipo", dijo un bronceado Phelps durante una visita a las instalaciones de Speedo a las afueras del Parque Olímpico. Phelps dijo que estaba ansioso por participar en la próxima reunión del equipo de nadadores y entrenadores estadounidenses. "Podemos hablar sobre nuestras experiencias y lo que esperamos que suceda cuando estemos en la piscina", señaló.