Los Paralímpicos, una vitrina para la industria de las prótesis

En un vasto taller, reparan gratuitamente los equipos de cualquier fabricante. / CHRISTOPHE SIMON / AFP
Afp
11 2016 - 12:19

Río de Janeiro/A la sombra de los atletas, la industria de las prótesis entra en otra competición durante los Juegos Paralímpicos en términos de imagen positiva e innovaciones técnicas, que a veces se traducen en soluciones para mejorar el confort y la movilidad del día a día.

"Claro que hay competencia" entre los fabricantes durante los Juegos, sobre todo en cuanto a comunicación, admite a la AFP Rüdiger Herzog, portavoz de la firma alemana Ottobock, número uno mundial en prótesis.

La empresa colabora con el movimiento paralímpico desde los Juegos de Seúl-1988 y en 2004 se convirtió en el reparador oficial de los Juegos Paralímpicos, tanto de verano como de invierno.

En Rio, donde 4.342 atletas de 159 países compiten en 22 disciplinas hasta el 18 de septiembre, el grupo tiene una delegación de cerca de 100 especialistas en prótesis, técnicos y otros empleados de sus filiales del mundo entero.

En un vasto taller, reparan gratuitamente los equipos de cualquier fabricante: láminas de carrera en carbono, prótesis para caminar y decenas de sillas de ruedas maltratadas durante las pruebas.

"Nuestro desafío principal es logístico. Debemos asegurarnos de que cada atleta pueda dejar y hacer reparar su equipo rápida, fácilmente y con todo el material necesario", explica Derek Johnson, técnico estadounidense de Ottobock en Rio.

El gran competidor de Ottobock, el islandés Össur, que proveyó las láminas de carrera del corredor sudafricano Oscar Pistorius en Londres-2012, pone de su lado el "Equipo Össur", conformado por una veintena de atletas internacionales que la firma patrocina.

Entre ellos, la francesa Marie-Amélie Le Fur, que se colgó el oro en salto largo el viernes en Rio, con un récord del mundo incluido. Le Fur también competirá en los 100m, los 200m y los 400m.

- 'Nuestros pacientes están orgullosos' -

Pero más allá de los campeones, muy poco mediáticos salvo en los Juegos, el segmento "ocio" de las prótesis deportivas es mínimo, en un mercado mundial que es en sí mismo un mercado de nicho, que representa entre 1.000 y 1.200 millones de dólares según Össur.

Por ejemplo, sobre su producción anual de 150.000 prótesis, Ottobock cuenta con apenas alrededor de 800 prótesis deportivas.

El auge es poco por la ausencia de respaldo de los sistemas de salud en general, se lamentan los fabricantes.

Sin embargo, y en parte con el impulso de los Paralímpicos, cada vez más personas amputadas quieren hacer deporte, dice Herzog.

"Estamos tratando con humanos, no solo podemos concentrarnos en el aspecto mecánico", justifica Michel Pierron, presidente de la empresa francesa Proteor, que concibió el encaje de las prótesis Össur de Marie-Amélie Le Fur.

Chabloz, otra empresa francesa de ortopedia, provee a dos atletas franceses en Rio: Elise Marc (triatlón) y Stéphane Houdet (tenis en silla de ruedas).

"Nuestros otros pacientes están orgullosos, porque ven que intentamos hacer cosas que salgan de lo común. Es también gratificante para nuestros empleados", dice Pierre Chabloz, fundador y presidente de la empresa.

Ciertas innovaciones para las prótesis deportivas tienen a veces repercusiones en el material de mercado. Chabloz utilizó por ejemplo un encaje en silicona para productos de público general, luego de haberlo desarrollado inicialmente para esquiadores amputados.

Y "hoy todos los pies protésicos que funcionan bien vienen inspirados en láminas de carrera", añade Chabloz.

Incluso si sus necesidades de movilidad son muy específicas, los deportistas "tienen la gran ventaja de tener una percepción del movimiento muy desarrollada. Pueden decir con precisión lo que podemos mejorar", dice Herzog, de Ottobock.

"Nuestro equipo de investigación y desarrollo aprende mucho del análisis biomecánico de los atletas, que puede ser trasladado al desarrollo de productos para otros amputados", confirma de su lado Edda Geirsdottir, portavoz de Össur.

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