Lamento en el COI por atraso en analizar pruebas
El jefe antidopaje del COI reconoció el miércoles que pudo haber actuado con más premura para volver a analizar las muestras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y así detectar a atletas que lograron burlar los controles. Arne Ljungqvist, director de la comisión médica del Comité Olímpico Internacional, fue duramente criticado el miércoles por el veterano dirigente Dick Pound por decidir recién en mayo ordenar nuevos análisis a 100 muestras de Atenas Con los nuevos controles, el COI quiere confirmar si se dieron cinco posibles positivos. Pound, ex jefe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), expresó "inquietud y decepción" de que el COI se resistiera a realizar los nuevos análisis. Fue un inusual reproche público durante la asamblea general. "El guardar las muestras tenía como fin ser un importante elemento disuasorio", dijo Pound. "Si esa gente, a la que queremos disaudir, ve que no estamos haciendo nada, entonces de poco sirve". Pound recalcó que no se debe desperdiciar la oportunidad de repetir los controles. También se quejó que el COI se vio obligado a tomar la decisión como respuesta a la presión de la prensa y la AMA. Ljungqvist reconoció que el COI debió haber actuado mucho antes, pero señaló que carecían de evidencia de que los controles detectarían sustancias prohibidas en 2004 "Admito que pudimos haberlo hecho algo antes", dijo. Las muestras tomadas durante los Juegos son almacenadas durante ocho años para volver a analizarlas con nuevas tecnologías. En el caso de Atenas, el último día válido para realizar los controles es el 29 de agosto, cuando se clausuraron las justas. En una entrevista con The Associated Press, Ljungqvist defendió las fechas al sostener que los controles antidopaje son ahora más efectivos. "Mientras más se espera, hay mejores posibilidades de atrapar a alguien", dijo. Si se confirman casos positivos, el COI podría descalificar atletas de manera retroactiva con las consecuencias de anular resultados y despojar medallas. En 2004, los Juegos de Atenas tuvieron una cifra sin precedentes de 26 casos de dopaje, duplicando el número previo de 12 en Los Ángeles 1984. Seis medallistas, incluyendo a dos de oro, fueron sorprendidos.