Hamburgo no será candidata a JJOO 2024
Los ciudadanos dijeron que no quieren ser anfitriones.
Los Ángeles (ya fue sede en 1932 y 1984), París (1900 y 1924), Roma (1960) y la debutante Budapest se jugarán la sede en septiembre de 2017 en la votación.
El 'no' expresado por los habitantes de Hamburgo a la candidatura de su ciudad a los Juegos Olímpicos resta músculo a la carrera electoral por la edición de 2024, que se reduce a cuatro aspirantes, tres de las cuales ya han sido sede olímpica al menos una vez.
Los Ángeles (1932 y 1984), París (1900 y 1924), Roma (1960) y la debutante Budapest se jugarán la sede en septiembre de 2017 en una votación que, con la caída de Hamburgo, pierde a uno de los países líderes del deporte mundial (sexto tanto en Londres 2012 como en Sochi 2014). Desde hace poco más de dos años es, además, el país de origen de la persona que ocupa la presidencia del COI, Thomas Bach.
En este periodo, Bach ha visto cómo en su país se rechazaban en referéndum dos candidaturas olímpicas: en noviembre de 2013 la de Múnich a los Juegos de invierno de 2022 y este domingo la de Hamburgo a los Juegos de verano de 2024.
"Se ha perdido una gran oportunidad para la ciudad, el país y el deporte en Alemania", afirmó el COI en un comunicado, tras conocer el 51,6 % de los votos en contra y la retirada de la candidatura anunciada por el alcalde, Olaf Scholz. Todas las partes reconocen que la "sensibilidad" ante los previsibles gastos está en el origen de la negativa.
El proyecto hamburgués fue sido presentado ante el COI por el comité olímpico alemán en el plazo reglamentario, el pasado septiembre, aun a riesgo de que el resultado de la consulta popular fuera el que finalmente ha sido.
En la más que centenaria historia del olimpismo no ha sido muy frecuente que los ciudadanos hayan sido consultados en referéndum sobre una candidatura olímpica. Los sondeos de opinión, propios y encargados por el COI, permiten conocer con cierta exactitud lo que piensan los locales. Pero en las últimas décadas sí se han dado varios casos notorios de votaciones convocadas y perdidas de forma inesperada, casi siempre para Juegos de invierno.
El antecedente más célebre se remonta a 1972, cuando los habitantes de Denver, ciudad a la que se le habían concedido los Juegos de invierno de 1976, fueron consultados sobre la conveniencia de seguir con el proyecto, que había triplicado su presupuesto. La población local rechazó organizar los Juegos y el COI tuvo que recurrir, con poco margen de tiempo, a Innsbruck (Austria), que los había acogido en 1964 y disponía de las infraestructuras necesarias.