Dos grandes problemas antes de Londres 2012
Falta una semana para que comiencen los Juegos Olímpicos en Londres, y las autoridades británicas han debido ponerse a la defensiva. El jueves, el secretario del país para los Juegos, Jeremy Hunt, informó que 1.200 efectivos adicionales de seguridad se pusieron atentos para ayudar en caso de que la vergonzosa falta de empleados de seguridad empeore. En tanto, los agentes fronterizos de Reino Unido anunciaron una huelga que estallaría un día antes del comienzo de la Olimpíada. Las malas noticias llegaron a tan sólo ocho días de la celebración olímpica y provocaron problemas a un gobierno que hubiera preferido concentrarse en destacar sus logros en los días previos a los Juegos. Por mucho, el episodio más bochornoso fue la incapacidad de la contratista de seguridad G4S PLC para cumplir su promesa de proporcionar 10.400 guardias de seguridad para los Juegos. La empresa no reconoció sus problemas sino hasta hace unos días, lo que ha obligado al gobierno a emplazar a 3.500 soldados con el objetivo de compensar la falta de personal. El jueves, el secretario Hunt reconoció que incluso ese número de soldados sería insuficiente. Dijo a la BBC que el gobierno pidió que estuvieran atentos los 1.200 soldados adicionales, "ante la improbable situación de que el desempeño de G4S se deteriore respecto del que observamos hoy". "Queremos que el público esté seguro ante cualquier eventualidad", dijo más temprano a Sky News. "No esperamos usar a esos soldados, pero estarán ahí". La seguridad ha sido una de las principales preocupaciones para los Juegos Olímpicos desde que 11 atletas y entrenadores israelíes perecieron durante un atentado terrorista en Munich 1972. La presencia de numerosos periodistas internacionales convierte a las Olimpíadas en un blanco apetecible para organizaciones terroristas que busquen causar daños durante acontecimientos transmitidos en directo a todo el mundo, y las autoridades británicas han considerado que existe una "severa" amenaza para los Juegos, lo que significa que un ataque es "altamente probable". En ese contexto, la incapacidad de los funcionarios gubernamentales para manejar adecuadamente los problemas de personal se ha convertido en uno de los principales temas de debate. La situación se ha agravado por las disputas laborales que amenazan con derivar en dos huelgas durante los Juegos. Una involucra a unos 400 trabajadores ferroviarios y amenaza con interrumpir los servicios en el centro de Inglaterra entre el 6 y el 8 de agosto. Ello provocaría un inconveniente grave en relación con los Juegos —los partidos de fútbol de Londres 2012 se realizarán en distintas ciudades de Reino Unido_. En tanto, los turistas que vienen de ciudades distintas a Londres confían en esas rutas de trenes para llegar a la capital. Un conflicto de proporciones potencialmente más graves involucra una huelga de los guardias fronterizos en el aeropuerto londinense de Heathrow, emplazada para el 26 de julio, un día antes del comienzo de la Olimpíada. Los miembros del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales votaron el jueves por la huelga de 24 horas, debido a una disputa sobre salarios y despidos. Advirtieron que los agremiados tomarán otras medidas, como prohibir que se labore tiempo extra del 27 de julio al 20 de agosto, un periodo que sería quizás el de mayor actividad en la historia de los aeropuertos de Londres. Incluso sin la huelga, ha sido posible apreciar en Heathrow largas filas en momentos esporádicos durante los últimos meses, frente a la zona de control de pasaportes. El sindicato ha atribuido los problemas a los recortes en el gasto gubernamental. Las aglomeraciones se han mitigado en la última semana, cuando miles de personalidades del olimpismo han llegado a los Juegos. Pero la huelga amenaza con reanudar las largas esperas en el peor momento posible para la imagen internacional de Gran Bretaña. La secretaria del interior Theresa May consideró vergonzosa la decisión de realizar una huelga en la víspera de los Juegos. Dijo que el gobierno "implementará planes de contingencia para garantizar que se pueda lidiar con las personas que lleguen con la frontera, de la manera más expedita". Durante huelgas anteriores de los guardias fronterizos, en noviembre y mayo, el gobierno encomendó a otros servidores públicos, incluido el secretario de prensa del primer ministro David Cameron, la prestación de ayuda como personal en los mostradores de inmigración, a fin de aliviar los problemas de los viajeros que llegaban.