Fukushima aspira a ser sede de los JJOO de Tokio
El país asiático quiere demostrar que la crisis nuc
La prefectura nipona de Fukushima aspira a acoger eventos deportivos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con objeto de demostrar que la región "se ha recuperado totalmente" de la crisis nuclear de marzo de 2011, anunció hoy el Gobierno local. El gobernador de esta prefectura situada al norte de Tokio, Masao Uchibori, ha trasladado al Gobierno metropolitano de la capital un plan donde ofrece algunas de las instalaciones deportivas de la región como sedes para la cita olímpica, según dijo hoy en rueda de prensa. "Queremos demostrar hasta qué punto Fukushima se ha recuperado de la catástrofe", señaló Uchibori en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo. Aunque no precisó de qué instalaciones o eventos deportivos se trata, los medios nipones señalan la posibilidad de que el complejo deportivo "J-Village" sea empleado para acoger entrenamientos de fútbol o incluso partidos de las primeras rondas de la competición. Estas instalaciones deportivas están situadas a unos 20 kilómetros de la accidentada central nuclear de Fukushima, y son usadas en la actualidad como base de la operadora TEPCO ( Tokyo Electric Power Co) para gestionar las labores de desmantelamiento de la central afectada por un terremoto y tsunami en marzo de 2011. El pasado enero, TEPCO anunció que pretende que el "J-Village", que fue inaugurado en 1997 como Centro Nacional de Entrenamiento para la selección nipona, vuelva a ser utilizado a partir de 2019 por la Asociación Japonesa de Fútbol y las autoridades de la provincia de Fukushima. Además de las oficinas de la operadora, en el complejo deportivo acoge ahora las viviendas temporales de los miles de trabajadores de a planta nuclear que trabajan en el desmantelamiento de Fukushima. Debido a la efectos de la que es considerada la peor crisis nuclear de la historia junto a la de Chernóbil de 1986, unos 50.000 residentes de las zonas en torno a la planta viven todavía evacuados. A comienzos de abril, el Gobierno nipón decidió permitir el acceso total a la primera de las zonas ubicadas dentro del área de exclusión -en un radio de unos 20 kilómetros en torno a Fukushima Daiichi-, aunque se mantienen fuertes restricciones las áreas más próximas a la central y más contaminadas.