No hay tormenta que detenga a Diana Nyad
La nadadora estadounidense Diana Nyad, de 62 años, mantiene vivo su sueño de cruzar el Estrecho de Florida sin jaula contra tiburones después de 42 horas de travesía y de superar la madrugada de este lunes una tormenta que le hizo perder el rumbo durante varias horas. Según el último informe de su cuenta en Twitter, aparecido a las 09.00 horas locales de Cuba (13.00 GMT), "Diana continúa su nado de La Habana a Cayo Hueso" (Florida, Estados Unidos), de 160 kilómetros (103 millas), pese a que siete horas antes una tormenta aparecida "de la nada" y que "se desató muy rápido" la desvió "de su curso". El mal tiempo incluso estropeó el sistema de navegación por GPS de la expedición que la acompaña e informa constantemente de sus evoluciones a través de la red social, formada por medio centenar de técnicos y especialistas a bordo de cinco embarcaciones, La nadadora se lanzó el pasado sábado al mar desde un canal en la marina Hemingway de La Habana para intentar por cuarta vez el cruce a nado del Estrecho de la Florida. En esta ocasión su equipo le facilita en algunos tramos un traje adicional para protegerse de las picaduras de medusas, que le impidieron concluir la travesía en su anterior intento, el tercero, en septiembre de 2011. Apenas un mes antes había tenido lugar su segunda tentativa, abortada tras sufrir la deportista un ataque de asma. El primera intento se remonta a 1978, cuando tuvo que abandonar debido al mal tiempo después de 42 horas en el mar. La veterana nadadora quiere convertirse en la primera persona que logra batir el récord de natación en aguas abiertas sin una jaula contra tiburones. La estadounidense, que a las 23 horas de su partida nadaba a unas 50 brazadas por minuto, según relataba el domingo en Twitter, sufrió cuatro picadas de medusas la noche del sábado, lo que le obligó a nadar de espaldas al parecer para evitar sufrir alguna en el rostro. El traje especial que utiliza en esta ocasión le cubre todo el cuerpo con la excepción de los ojos, la nariz y la boca. Para espantar a los tiburones su equipo cuenta con un aparato que emite ondas electromagnéticas para ahuyentarlos. Nyad, que a través de un tubo ingiere líquidos y se alimenta con mantequilla de maní por su alto valor calorífico, canta mentalmente para hacer más llevadero el esfuerzo. Su aspiración es alcanzar la meta en 60 horas, de forma que pueda celebrar su 63 cumpleaños en Florida el próximo miércoles. Con la proeza espera poder unir a los pueblos de Cuba y Estados Unidos y que algún día un nadador cubano pueda hacer algo parecido "legalmente" y sin impedimento alguno, según dijo el sábado antes de su partida. Según su equipo, Nyad llegó a convertirse en la mejor nadadora de larga distancia del mundo durante su carrera deportiva, en la que logró bordear la isla neoyorquina de Manhattan en siete horas y 57 minutos y cubrir los 165 kilómetros que separan las Bahamas y Cayo Hueso, entre otras marcas.