Militares muestran misiles para proteger Juegos Olímpicos
En un campo en las afueras de Londres, las fuerzas armadas británicas presentaron el jueves un arma que esperan no tener que utilizar. El misil tierra-aire Rapier tiene el poder de derribar un jet Boeing 747 lleno de pasajeros si se tiene la necesidad de proteger un estadio lleno de 80.000 espectadores olímpicos en el caso de un ataque terrorista. Las fuerzas armadas británicas han insistido en que los misiles —con un alcance de más de ocho kilómetros— podría ser movilizado como última línea de defensa. Expertos señalan que la probabilidad de que sean utilizados es casi nula. Derribar una aeronave aún ocasionaría una lluvia de escombros, muchas víctimas e incendios. "Cuando se lanza un misil Rapier y derriba una aeronave, no es que todo se desvanezca. Son 100 toneladas de metal, escombros y otras cosas que caen", dijo Jan Wind, un capitán retirado de la Marina de Guerra de Holanda quien es director de Wiser Consultancy, con sede en La Haya. "Si se utiliza un Rapier, el daño podría ser casi el mismo que el que intentan los terroristas, sólo que en otro punto. El objetivo de los terroristas se cumpliría en cierto sentido", agregó Wind. Es inusual que las fuerzas armadas británicas anuncien la ubicación de sus armas, pero indicaron que esperan disuadir cualquier ataque potencial mostrando el poder del misil y otras armas de defensa como los jets de combate Typhoon. Los misiles tierra-aire han sido una guarnición de Juegos Olímpicos y otros acontecimientos grandes de primer orden en el mundo posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, pero los misiles de Londres han originado repudio entre los residentes de un bloque de apartamentos, quienes se enteraron que los Rapiers podrían ser colocados en sus techos.