Sobrina de Tiger debuta en el LPGA
Si la participación en el LPGA Tour fuera decidida en un casting, su lugar estaría prácticamente asegurado. En realidad, Cheyenne Woods ni siquiera tendría que aplicar para el rol. Con un tío globalmente famoso, sonrisa atractiva, personalidad sociable, diploma universitario... ¿están bromeando? Contrátenla, es perfecta. Ojalá fuera tan simple, por la salud del golf femenino. Pero no lo es. Y esa es en realidad, la belleza del deporte- No puedes parecer un golfista, debes ganarte ese derecho. La sobrina de Tiger Woods -quien recientemente se graduó de Wake Forest y cumplirá 22 años en julio- se robará los titulares esta semana cuando realice su debut como profesional en el LPGA Championship, el segundo major de mujeres de la temporada. Eso viene debido a su nombre, y ella lo sabe obviamente muy bien. En algún punto, su habilidad para conseguir patrocinadores estará ayudada por la relación con su tío Tiger, a quien vio ganar el domingo en el Memorial. Pero en el largo plazo -que en realidad no será tan largo- tendrá que mostrar su propio talento y resultados. Exactamente lo que ella quiere. Ahora que este es mi trabajo y mi carrera, estoy realmente ansiosa por salir ahí afuera y muy agradecida de poder jugar esta semana, dijo Woods el martes cuando se encontró con los medios en el Locust Hill Country Club. Se sintió muy bien terminar los estudios, y ya no tener que rendir otro examen. Convertirme en profesional es grandioso; esto es lo que soñé toda mi vida. Vengo jugando desde que tengo 5 años. El hecho de que ahora soy realmente una profesional se siente increíble. ¿Excitada, emocionada, increíble? Seguramente hace mucho tiempo atrás Tiger sintió esas emociones a la manera que Cheyenne las siente ahora más allá que lo haya verbalizado de manera distinta. Obviamente, fue públicamente identificado desde muy temprano en su vida -por su propio padre y el mundo del golf en general- como una especie de salvador del juego e incluso del deporte. Y a pesar de lo grande que eran las expectativas, Tiger cumplió con creces, más allá de los problemas personales que lo afectaron en los últimos años. Cheyenne Woods no arrastra una mochila tan pesada. De hecho, no tiene ninguna carga. Esta es la primera vez en mi vida que voy a enfocarme estrictamente en el golf, dijo. No hay escuela; todo el día será golf, entrenar, realmente concentrarme en mi carrera. Realmente estoy esperando eso. El padre de Cheyenne es Earl Woods Jr., el hermano mayor de Tiger. Nacida y criada en Phoenix, Cheyenne le pegó por primera vez a un palo en el garage de su abuelo a los 2 años y se enganchó de inmediato. Mi abuelo no me empujó para que jugara. Yo me fui enganchando sola y me enamoré, dijo Cheyenne sobre el difunto Earl Woods, el padre de Tiger. Pero siempre estuvo ahí para guiarme durante mi carrera colegial y ayudar a mi familia. Cheyenne ganó dos títulos estatales en Arizona, con la preparatoria Xavier College, luego fue a Wake Forest, donde ganó el título individual femenino de la ACC en 2011. Ella y sus compañeras de Universidad avanzaron dos veces al campeonato de la NCAA, donde su mejor final fue un empate en el puesto 55 en 2011. La última temporada, quedó empatada en séptimo lugar en el torneo de la ACC y empatada en el puesto 35 en los regionales del Este en la NCAA. Su promedio de 73.7 golpes fue el mejor en Wake Forest y fue nombrada All-ACC por tercera temporada consecutiva. Puede decirse que tuvo una exitosa carrera universitaria. Nunca pensó en abandonar la escuela antes de tiempo, feliz de obtener su diploma en comunicación y prepararse más gradualmente para el LPGA Tour. Por el contrario, la jugadora que precedió a Woods en la sala de entrevistas el martes fue su compatriota Lexi Thompson, quien se convirtió en profesional a los 15 y ganó su primer torneo del LPGA a los 16. Thompson ya está probada en términos de potencial, y es una de las caras fundamentales en la estrategia de marketing del LPGA. Si el juego de Woods se desarrolla al nivel de poder pelear periódicamente en cada torneo, el circuito aprovechará eso. Pragmáticamente hablando, incluso fama que es de algún modo prestada, será bienvenida en el golf femenino. Las dos únicas jugadoras del LPGA que realmente se metieron en los hogares de Estados Unidos en los últimos 15 años fueron Annika Sorenstam, ya retirada, y Michelle Wie, cuyas enormes expectativas dejaron en las sombras su carrera como adulta. Es importante notar, sin embargo, que Wie tiene sólo 22 años, apenas nueve meses más que Woods. Dado que sus caminos han sido tan distintos, pareciera como si Wie hubiese estado aquí desde siempre, mientras que Woods es una cara nueva. Es una cara, por cierto, que contiene una notable semejanza con la de Tiger. Aunque sus temperamentos no parecen similares, Cheyenne dijo que puede que tenga más un Tiger interno de lo que se ve a simple vista. Si me coloco en una posición donde tenga presión, dijo, creo que podré manejarlo y seguir adelante. Woods estará jugando el LPGA Championship gracias a una excepción del patrocinador. Y ya se ha ganado la chance de jugar el próximo major, habiendo clasificado para el U.S. Women"s Open en julio. Su deseo es jugar algunos eventos más este verano y luego asistir a la Q-School en el otoño. No parece de ninguna manera molesta -al menos no todavía- por la cantidad de preguntas sobre Tiger. Especialmente siendo egresada en comunicación, seguramente ha pensado mucho esto - las consultas serán inevitables a medida que vaya dando sus primeros pasos en el golf. Si no juega bien como profesional, las preguntas sobre Tiger -y todo lo demás- se detendrán. Si juega bien, le seguirán preguntando sobre su tío, pero cada vez menos. Cheyenne Woods puede hacerse un nombre propio, pero sabe que nadie se deshace completamente de sus familiares extraordinariamente famosos. Y no es su deseo hacerlo tampoco. Siempre me ha apoyado y estoy muy agradecida, dijo sobre Tiger. He lidiado con la prensa desde que tengo 12 años, siendo mi apellido Woods. Lo mejor es tenerlo como tío y que me apoye. Saber que puedo consultarlo cada vez que lo necesito. Lo más difícil es lidiar con las expectativas y la presión. Pero lo he hecho durante mucho tiempo y he podido jugar con mi estilo y simplemente tratando de hacer lo mío, sin preocuparme lo que otros están pensando.