Dimite el presidente de la Federación Internacional de Halterofilia
En medio de acusaciones por corrupción y dopaje
El presidente de la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), el húngaro Tamas Ajan, salpicado por acusaciones de casos de corrupción y dopaje, presentó su dimisión, anunció el miércoles su organización.
La investigación, iniciada tras un reportaje emitido en enero en la televisión alemana ARD, sigue en curso, puntualizó la IWF, que tiene su sede en Budapest.
"La IWF agradece a Tamas Ajan por más de cuatro décadas de servicios a la halterofilia", declaró la presidenta interina de la IWF, Ursula Papandrea, en una declaración en la página web de la institución.
"Cuando las circunstancias sanitarias ligadas a la pandemia (COVID-19) lo permitan, la disputa de elecciones permitirá a una nueva generación comenzar a trabajar desde que sea posible para asegurar un futuro brillante al deporte que amamos", añadió Papandrea.
Tamas Ajan, de 81 años, estaba en la directiva de la IWF desde 1976. Fue secretario general durante 24 años, antes de pasar a la presidencia, que ocupó en los últimos veinte años.
La ARD había afirmado en su documental que se había desarrollado "una cultura de la corrupción" en el mundo de la halterofilia. Según la televisión alemana, levantadores de pesas de renombre fueron sometidos rara vez a tests y hay controladores antidopaje que aceptaron dinero en líquido para manipular las muestras de orina. Ajan calificó esas acusaciones de "mentiras".
El Consejo de Administracion de la IWF designó a expertos independientes para examinar estas acusaciones, para actuar de manera "decisiva" y restaurar la reputación de la institución. Ajan aceptó el 23 de enero renunciar a sus funciones durante 90 días, para permitir una investigación.
Según la tesis de ARD, hay halterófilos de alto nivel que hasta 2017 habrían estado exentos de numerosos controles y el resultado de algunos de ellos habrían sido falsificados mediante sobornos.
La ARD habló de documentos que muestran que casi 4,5 millones de euros pagados a la IWF por el Comité Olímpico Internacional (COI) habrían sido transferidos a cuentos en Suiza en las cuales Tamas Ajan es el único en tener el control.
Ajan afirma ser víctima de un "ataque injusto" por parte de la ARD.
"Ese documental arruinó mi vida y cincuenta años de mi trabajo. Una gran parte de mi trabajo ha sido la prevención del dopaje", declaró.