Coe reconoce que el proceso de atribución de los Mundiales de atletismo 2021 "no fue correcto"
Mundial de Atletismo
El presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Sebastian Coe, reconoció que la atribución de los Mundiales-2021 a Eugene (Estados Unidos) "no fue correcta", según aseguró el jueves en el periódico The Times un responsable del atletismo sueco que se reunió con Coe.
"Entiendo a Coe, me ha dicho que el procedimiento 'no fue correcto', asegurando que él no estuvo implicado, y que otros sí lo estuvieron", declaró al periódico inglés The Times Bjorn Eriksson, representante de la candidatura de Gotemburgo, rival de Eugene.
Antiguo miembro de la Interpol, Eriksson es el antiguo presidente de la Federación Sueca de Atletismo y el presidente de la candidatura de Gotemburgo a la organización de los Mundiales-2021.
La atribución en el mes de abril de los Mundiales de Eugene produjo sorpresa, al igual que el hecho de que el habitual examen de candidaturas no tuviera lugar, cuando que la ciudad de Gotemburgo había expresado su interés en organizarlos.
"Debe haber una investigación, y él está de acuerdo con ello, porque si se quiere limpiar la IAAF, se debe llegar al fondo de las cosas. Y yo quiero saber si es únicamente un problema de ética o un problema de ética combinado con otras cosas", añadió.
El nuevo presidente de la Federación Internacional de atletismo (IAAF), Sebastian Coe, podría haber utilizado su influencia en la atribución de los campeonatos del mundo de atletismo a la ciudad de Eugene, en Estados Unidos, según la cadena británica BBC.
La BBC afirma haber tenido acceso a un correo electrónico de la marca deportiva Nike en el que se sugiere que Coe ha influido en su predecesor en la IAAF, Lamine Diack, para confiar la organización de los Mundiales a esa ciudad de Oregon (Estados Unidos), que se trata también del lugar donde se creó Nike, cuyo embajador es el propio Coe.
En un comunicado de la IAAf publicado el martes, Coe insistió sobre el hecho que no había ejercido como un lobby de presión.
Desde su designación a la cabeza de la IAAF, el campeón Olímpico de 1.500 metros en 1980 y 1984, de 59 años, tiene la responsabilidad de reflotar la imagen de su deporte, dañado por las acusaciones de dopaje, mientras que sus vínculos con Nike han sido criticados.