Seguridad del Mundial preocupada tras actos violentos entre hinchas
Los violentos acontecimientos ocurridos este domingo entre hinchas del Atlético Paranaense y del Vasco da Gama en la última jornada del Campeonato Brasileño, y que se han saldado con cuatro heridos graves, vuelven a arrojar serias dudas sobre la capacidad organizativa de Brasil de cara al Mundial de fútbol del próximo verano. Los gravísimos altercados han conmocionado al mundo del fútbol, que se muestra muy preocupado por la seguridad tanto en los estadios como en las ciudades que serán sede de los partidos del Mundial, destinos a los que acudirán miles de aficionados llegados de todo el planeta. La salvaje pelea que ha dado la vuelta al mundo viene a sumarse a los numerosos problemas que viene sufriendo Brasil en los últimos meses en torno a la organización del Mundial: retrasos en las obras, la muerte de varios obreros que trabajaban en las mismas o el reciente desplome del Arena Corinthians, el estadio que acogerá el partido inaugural del Mundial y en el que dos operarios murieron el pasado 29 de noviembre por la caída de una de las estructuras metálicas. A estas cuestiones directamente vinculadas con el Mundial hay que añadir los eternos y graves problemas de seguridad de las favelas, donde la policía brasileña trata de erradicar la violencia contrarreloj. El partido de ayer se jugada en la ciudad sureña de Joinville, perteneciente al estado de Santa Catarina. Tras los incidentes el portavoz de la Policía Militarizada, Adilson Moreira, declaró: "Es un evento privado y la seguridad tiene que ser garantizada por los guardias privados contratados por el Atlético Paranaense. Nosotros éramos responsables por la vigilancia externa". .