Saúl, Griezmann y Correa tramitan una noche plácida para el Atlético

Fútbol de España

Saúl y Griezmann / Getty Images
Efe
12 2016 - 16:47

El Atlético de Madrid doblegó al Deportivo de La Coruña sin sobresaltos, con goles de Saúl Ñíguez, el francés Antoine Griezmann y el argentino Ángel Correa, con un ejercicio práctico, siempre bajo el ritmo que quiso el equipo rojiblanco, y sin un exceso de desgaste antes del definitivo duelo contra el PSV.

Tres puntos más en la Liga para el conjunto madrileño, sin efecto en su persecución del liderato del Barcelona, una semana más a ocho puntos de distancia con un partido menos por disputarse, y un encuentro más sin ganar del conjunto gallego, estancado en una serie de trece jornadas sin victoria y sin ninguna opción en el Calderón.

Porque aunque el Atlético se encontró otra vez de inicio con un rival encerrado, en una fórmula que sus adversarios repiten con insistencia en los últimos tiempos en la casa del equipo rojiblanco -ya lo hicieron Villarreal, Sevilla, Sporting de Gijón, Levante...-, rompió el duelo con pegada y con celeridad ante un oponente frágil.

Desde esa idea defensiva partió este sábado el Deportivo de La Coruña, que condensó sus dos líneas de defensa y centro del campo -nueve futbolistas- en torno a su propio área, arropados alrededor de su portería, compactados cuando la pelota era del Atlético, casi siempre, y preparados para minimizar cualquier vía hacia Germán Lux.

Un problema repetitivo para el Atlético, como lo fue el Sevilla, el Villarreal y como lo han sido unos cuantos de sus visitantes de este curso al Calderón, pero este sábado sólo hasta el minuto 17, hasta que marcó de una forma simple: centro de banda de Filipe Luis y entrada imparable por determinación y resolución de Saúl Ñíguez.

Su irrupción en el área desbordó la planificación atrás del Deportivo, su testarazo superó al argentino Lux y su gol, el 1-0 y el octavo del centrocampista en esta temporada, de la que es el segundo máximo goleador del equipo sólo por detrás del francés Antoine Griezmann, abrió un triunfo ya indudable del Atlético.

Porque aunque después, durante un rato, bajó las revoluciones del duelo, también la responsabilidad con la pelota, y configuró un choque más pausado, más de manejo del ritmo que de proposición ofensiva para el 2-0, nunca sufrió por el marcador ni jamás tuvo presencia en ataque el Deportivo como para ponerle en algún aprieto.

Sólo algún amago del equipo visitante, como un tiro del costarricense Celso Borges, algún centro sin remate o alguna combinación sin exigir la participación del esloveno Jan Oblak, y una mínima inquietud para el conjunto rojiblanco, solventada por arriba o por abajo por los uruguayos José Giménez y Diego Godín.

El Atlético ya había trazado un partido práctico, con algún contratiempo externo al resultado -la quinta amarilla que impedirá a Carrasco jugar el próximo sábado contra el Sporting de Gijón- y con alguna ocasión más. Una de las que no suele fallar Griezmann, que condujo inalcanzable todo el campo rival, pero que definió desviado.

Sin exprimirse físicamente tanto como en otros duelos, una carga menos para el decisivo encuentro del próximo martes en octavos de la Liga de Campeones con el PSV, al Atlético le bastó con apretar otro rato en la segunda parte para solucionar el choque ante la impotencia del Deportivo para crear una ocasión en la otra portería.

El equipo gallego no tiró entre los tres palos hasta la hora de juego, primero en un remate de Fede Cartabia repelido por Saúl y después con un disparo del uruguayo Jonathan Rodríguez, pero, para ese momento, el partido ya estaba decidido antes con el 2-0, anotado por Griezmann, solo y a la media vuelta, en un córner de estrategia. Luego llegó el 3-0 de Correa para cerrar una goleada plácida.

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