Presidente del Sporting niega que haya suspendido a Jorge Jesus
El club lisboeta vivió otro momento tenso esta temporada después del partido en casa del Atlético de Madrid.
El presidente del Sporting de Portugal, Bruno de Carvalho, negó este lunes que haya suspendido al entrenador Jorge Jesus a seis días de la final de la Copa lusa, como había informado la prensa portuguesa.
De Carvalho convocó esta tarde una reunión en Alvalade a la que acudieron tanto los jugadores como el equipo técnico, tras la que medios lusos aseguraron que había suspendido al entrenador y que los capitanes del equipo, Rui Patrício y William Carvalho, se habían negado a jugar la final de Copa en solidaridad con Jesus.
Sin embargo, a su salida de Alvalade, De Carvalho negó en declaraciones a la prensa que haya suspendido a Jesus, aunque matizó que es necesario hacer "cambios".
"Nadie fue suspendido (...) La derrota en el partido perjudicó mucho al Sporting, que perdió muchos millones de euros que estaban contabilizados en la planificación de la próxima temporada, lo que va a originar cambios", señaló.
La reunión de este lunes se produjo después de que el domingo cerraran la Liga con una derrota con el Marítimo (2-1) que les dejó fuera de los puestos de Liga de Campeones.
El Sporting juega este domingo la final de la Copa de Portugal ante el Desportivo das Aves, la única oportunidad que tiene el equipo de hacerse con un título esta temporada, por lo que una suspensión habría impedido a Jesus estar en el banquillo.
El Sporting partía como segundo en la tabla al arrancar la última jornada de la Liga lusa, pero su derrota en el estadio del Marítimo le relevó a la tercera plaza, por detrás del Benfica, que sí ganó su último partido y consiguió así el último puesto "Champions".
El club lisboeta vivió otro momento tenso esta temporada después del partido en casa del Atlético de Madrid, en los cuartos de final de la Liga Europa, que perdieron por 2 a 0 y en el que a Bruno de Carvalho no le agradó el desempeño de sus jugadores.
El presidente llegó a anunciar la suspensión de una veintena de jugadores que suscribieron un comunicado crítico con él después de que les calificase de "niños mimados", pero finalmente les permitió jugar en el siguiente partido.