Presidente interino de FIFA no se atrevió a hablar de escándalo de corrupción
Dio un discurso en la gala del Balón de Oro
El presidente interino de la FIFA, el camerunés Issa Hayatou, se refirió de pasada a la grave situación que vive la institución, afectada por una crisis sin precedentes por corrupción, este lunes en el discurso inaugural de la gala del Balón de Oro.
Por primera vez desde que en 2010 la FIFA y la Revista France Football acordarán unificar los premios al mejor futbolista del año, la gala no estuvo presidida por Joseph Blatter, el dimisionario presidente de la máxima institución futbolística, que ni siquiera pudo acercarse a la fiesta al prohibírselo la sanción de ocho años que le impuso recientemente el organismo por corrupción.
Su sucesor, al menos hasta que el próximo 26 de febrero se elija al nuevo presidente, ni siquiera le nombró en su breve discurso de bienvenida.
"2016 es un año importante para la FIFA. Las asociaciones podrán elegir presidente y aprovar una serie de reformas pendientes para, después de unos últimos meses difíciles, concentrarnos en la principal misión de la FIFA, promover el fútbol en todo el mundo", se limitó a decir el veterano dirigente camerunés.
El resto de su discurso fueron simplemente palabras de agradecimientio a los presentes y de gratitud hacia los futbolistas y entrenadores por la "pasión con la que viven el fútbol".
Jean Etienne Amaury, máximo responsable de la empresa ASSO, editora de la revista France Football, tampoco se refirió a la situación que vive la FIFA y solo se dedicó a alabar la importancia adquirida por el Balón de Oro.
"Los periodistas de France Football que inventaron este premio hace 60 años no podían imaginar la importancia que tendría este galardón en la actualidad. El Balón de Oro se ha convertido en el premio último, el sueño de todo niño que quiere llegar a ser futbolista", dijo.
Antes, el único que se atrevió a decir algo sobre la situación que vive la FIFA fue el delantero del Real Madrid Crsitiano Ronaldo, finalista del Balón de Oro junto al argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar.
"Siempre evito este tipo de preguntas porque las crisis y la corrupción no son buenas ni para el fútbol ni en la vida en general. Los futbolistas nos centramos en lo que hacemos, en nuestro trabajo. Está claro que lo mejor es que no hubiese corrupción, pero este tipo de cosas pasan", dijo en la conferencia de prensa previa a la gala.