Oscar Córdoba recuerda sus mejores superclásicos

Oscar Córdoba recuerda sus mejores superclásicos
Oscar Córdoba recuerda sus mejores superclásicos
Goal
02 de octubre 2014 - 12:01

A sus 44 años, después de haberse retirado en 2009, Óscar Córdoba decidió alejarse de las canchas como profesional. Sin embargo, dice que se la pasa mirando fútbol y que espera muy ansioso el Superclásico del domingo. "Prefiero un Boca - River antes que un Barcelona - Real Madrid", asegura el colombiano, ídolo Xeneize. -Estás exagerando... -No, para nada. El fútbol argentino es inigualable. No hay otro partido mejor que el Superclásico. La forma en que se vive a nivel mundial, la expectativa, el folclore. La antesala de los clásicos es hermosa. Indiscutiblemente elijo un River - Boca. -¿Extrañás jugar un partido así? -Sí, claro. Pero más que jugarlo extraño la antesala. Todo lo que pasa en la semana previa para un jugador es increíble. -¿Cuál es el clásico que más recordás? -El de la Copa Libertadores del 2000, cuando terminamos siendo campeones. Recuerdo el gol histórico que hizo Martín (Palermo), que volvía de una lesión y nos clasificó así a semifinales (NdeR: Boca había perdido 2-1 en el Monumental y ganaba 2-0 en la Bombonera). Creo que ese partido selló quién iba a ser el campeón. Quedó en la historia de todos. Además me acuerdo que la previa fue muy caliente, de mucha polémica. Juan Pablo Ángel decía que ya tenía los billetes para ir a Tokio, Martín le contestaba, hablaba Francescoli. Fue muy lindo. También recuerdo mi debut, justamente en un clásico, cuando se retiró Maradona. Le ganamos a River sobre la hora. Fue soñado. Córdoba jugó cinco años ininterrumpidos en Boca, que le permitieron alcanzar la gloria máxima en un club: ganar la Copa Intercontinental. Y en ese largo trayecto, el colombiano se cruzó varias veces con Marcelo Gallardo, actual técnico del Millonario. Y lo recuerda como "un jugador muy técnico, elegante y respetuoso, más allá de aquel altercado que tuvo con el Pato (Abbondanzieri). Siempre que lo enfrenté, Marcelo fue muy correcto". Pero también se acuerda de aquel histórico penal en el Monumental, el 25 de octubre de 1998 por el Torneo Apertura -del que Boca se consagró campeón-, cuando mano a mano con el Muñeco, el arquero se tiró sobre la izquierda y ganó la pulseada. "Fue el mejor de mi carrera. Creo que ese penal me posicionó con los hinchas de Boca. Ese partido y ese penal me permitieron ganarme a la hinchada", cuenta el uno con algo de nostalgia. -¿Cómo los ves a Arruabarrena y a Gallardo como técnicos? -Los admiro. Admiro porque hay que hacer carrera para llegar. Ellos se sientan en el banco en un River - Boca con una carrera muy fresca y es una responsabilidad muy grande. Es difícil catalogar a un técnico nuevo. El Vasco demostrará lo que es como entrenador a medida que pasen los partidos. Si gana el domingo va a haber un plus anímico que va a darle un empujón al equipo. -¿Y si pierde? -Dios quiera que no pierda. Pero si pierde habrá que comprender que está en la parte del armado del equipo, de darle su indentidad. Este clásico tiene un comodín para el Vasco, entendiendo claro que todos queremos ganar. -¿Qué partido te imaginás? Porque River viene muy bien... -Creo que por los dos va a ser un lindo partido. Boca necesita encontrar su línea y el Vasco no es un técnico que se tire atrás. Y River es un equipo que siempre propone. No creo que sea un partido de 0-0. Los dos tienen grandes jugadores. River tiene a Teo en un gran momento. -¿Qué clase de jugador es Teo Gutiérrez? -Es un goleador de raza, de esos que muy esporádicamente salen en los equipos. En el área es letal y cuando sale del área sabe jugar. Es un nueve no tradicional, para nada convencional. -¿Comparable con quién? -Y, a la distancia, lo comparo con Van Basten. Son jugadores que cuando no pueden estar en el área, salen y buscan la pelota. Teo tiene esa flexibilidad. He visto de a partes pero es un líder enchufado que viene de un gran año. Orión tendrá mucho trabajo con un delantero como él. -Que además viene afilado. ¿Te gusta cómo ataja Orión? -Sí. Creo que ha tenido buenas actuaciones, pero ha sido marcado por lesiones. Donde alcance el equilibrio físico, deportivo y mental, le va aportar mucho a Boca. -¿Creés que puede quedar en la historia? -Creo que eso dependerá de cuántos títulos alcance también. Y el equipo ayuda. Para ser un gran arquero tenés que tener un grupo de mosqueteros que te ayuden. Yo tuve a Samuel, al Vasco, a Ibarra, a Bermúdez. Era un equipazo y nunca me la creí porque era un equipo, un conjunto. Si se trata de historia en un club, Óscar Córdoba escribió la suya con la casaca azul y oro. Además de marcar la historia más ganadora del club, el colombiano compartió vestuario con enormes figuras xeneizes como Maradona, Palermo, Riquelme, Guillermo Barros Schelotto y tuvo como entrenador a Carlos Bianchi. Es por eso que el presente de Boca lo tiene como voz autorizada. "Yo soy hincha de Boca. Siento un cariño y un respeto enormes que me van a unir por siempre a ese club". -¿Cómo viste la salida de Bianchi? -La viví con mucha tristeza. Carlos es una persona que nos dio mucho, y esperaba que su equipo volviera a tomar el brillo al cual nos tiene acostumbrados. Pero así es el fútbol, te cobra cuando los resultados no se dan. -¿Por qué creés que ls resultados no se dieron? -Respetuosamente, por lo que me tocó ver de afuera, creo que los jugadores han entrado en una montaña rusa, en la que quieren que el viaje sea muy corto. Yo llegué a Boca con la ilusión de quedarme muchos años. Hoy los jugadores están pensando en el club como un trampolín para irse a Europa y eso lleva a que se jugara individualmente. Creo que eso fue mortal. -¿Por qué echaron a BIanchi entonces? -Y, es una consecuencia. Es más fácil sacar un hombre que a 25. -Y la ida de Riquelme al Nacional B, ¿qué te pareció? -Yo lo aplaudo a Román. Mientras que el jugador tenga deseos de jugar y se le abran las puertas, me parece perfecto. Después, la gente se quiere poner a calificar si está bien o no. Son decisiones de él. -¿Es complicado compartir un vestuario con él? -No. Nunca tuve un problema con Román. Hoy día hablamos por teléfono, y siempre fue de la misma manera. La gente habla mucho de lo que escucha. -¿Entonces no es cierto que estaba peleado con Palermo? -Mirá, yo no estuve en la última convivencia. Sí puedo asegurar que en mi época nadie quería romper con la armonía del grupo. Es normal que dentro de tanta mezcla, tantas culturas diferentes y costumbres a veces se volviera pesada la convivencia. Pero éramos un grupo homogéneo que siempre jugaba por un mismo objetivo. La gente tiene que dejar de repetir lo que escucha.

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