Un Messi más cuidadoso
Leo Messi vive feliz en el ecosistema creado por Luis Enrique. Su deseo es dejar atrás la temporada pasada y seguir haciendo historia ganando títulos con el Barça. El asturiano le ha contagiado más ilusión de la que ya tenía por recomenzar. Leo está compenetrado y entregado al proyecto. Su madurez le ha llevado a convencerse, después del angustiante curso pasado, de que esta nueva etapa con el Barça debe ser acompañada de retoques en su relación con la selección argentina. Aprendió Messi la temporada pasada que pretender estar en todos lados puede llevarte a no estar en ninguno. O, al menos, no estar en las condiciones pretendidas. Por ello ha decidido establecer parámetros más firmes en lo referente al calendario de partidos con su selección. No se trata de ninguna renuncia, sino de todo lo contrario: con 27 años, el rosarino busca dosificar esfuerzos para alargar lo más posible su carrera, tanto en el club como en el ‘albiceleste’. La experiencia de la pasada temporada ha calado hondo. En los momentos decisivos pagó los esfuerzos por recuperarse antes de tiempo, acuciado por una agenda frenética. Su relación con la "albiceleste" no se verá modificada, pues el compromiso asumido como capitán de un grupo que le respeta está intacto. Pero Messi ha entendido que parte de su maduración tiene que ver con priorizar su salud. El gran cambio respecto de otros años con la Argentina será que, ante la mínima molestia física, optará por no viajar a la ciudad donde se dispute el compromiso amistoso. Si antes viajaba para ser revisado por el doctor de la selección, ahora, como sucedió en su ausencia en el debut del Tata ante Alemania, será el doctor de la "albiceleste" Daniel Martínez quien se comunicará con los médicos del club o viajará personalmente a revisar a Leo. El calendario está de su lado: la Argentina no tiene más compromisos oficiales que la Copa América de Chile, que se iniciará una vez acabada la temporada. El resto, todos amistosos. La "generación Messi", además, ha devuelto a la Argentina a la cima de los equipos más cotizados, junto a Alemania: su ausencia ya no es decisiva para el caché argentino. Leo sigue buscando ‘el sueño de los paraísos simultáneos’: ser feliz y sentirse cómodo en su club y su selección al mismo tiempo. En el Barça ya lo está, y mucho. Y eso es una reconquista que quiere disfrutar plenamente. Con la Argentina del Tata debutará en Pekín el 11 de octubre, ante Brasil, siempre que ninguna molestia física ponga en riesgo el magnífico estado de forma que ha mostrado en este inicio de curso con el Barça.