El Inter de Milán reconquista la Serie A, un 'Scudetto' "made in China"
Con el título del Inter de Milán, controlado por el grupo chino Suning, es la primera vez que un club de propiedad extranjera conquista la liga italiana. Pero este 'Scudetto' no resuelve los problemas económicos de un club con sus arcas muy mermadas.
Antes incluso de estar sellado este 19º 'Scudetto' -el primero para el club 'nerazzurro' desde 2010- el entrenador Antonio Conte se erigió en portavoz de la afición al pedir "una clarificación" de la situación del club.
Porque si el Inter destacó esta temporada por su solidez sobre el césped, no se puede decir lo mismo de sus finanzas.
El club registró pérdidas la temporada pasada de más de 100 millones de euros, y su propietario chino se halla también con sus cuentas poco saneadas a causa de la pandemia de coronavirus.
Suning, gigante de la distribución de productos electrónicos que posee desde 2016 cerca del 70% de las acciones del Inter, tuvo que ceder a finales de febrero el control de su club chino, el Jiangsu FC, reciente campeón.
El presidente ejecutivo Zhang Jindong publicó un mensaje en las redes sociales poco antes anunciando que su grupo "se concentraría en el desarrollo del comercio minorista", su "actividad principal", y en cerrar "todo lo que debe ser cerrado" en las otras actividades.
Todo eso no contribuyó a tranquilizar a los aficionados -ni a los empleados- del Inter de Milán, mientras la prensa italiana apunta desde diciembre a intentos de conseguir un inversor para equilibrar las cuentas.
Según varios medios, diferentes fondos estadounidenses serían candidatos para invertir bien con un préstamo o adquiriendo el resto de las acciones del club (31%), ostentadas por LionRock Capital, fondo con base en Hong Kong.
- Salarios y contratos -
La hipótesis de una posible venta del club también fue evocada -y desmentida por el club- estos últimos meses, en caso de oferta que se acerque a los mil millones de euros, cifra en la que Suning tasaría actualmente al Inter.
En febrero, en sus resultados semestrales, el Inter había asegurado que Suning seguía al mando, pero confirmó la búsqueda de nuevos socios al afirmar que es "razonable y prudente mirar fuera".
Steven Zhang, hijo del dueño de Suning y joven (29 años) presidente del club, regresó esta semana a Milán luego de varios meses lejos de Italia.
Para celebrar el título del Inter, pero también para poner luz en torno a las dudas sobre las intenciones del propietario.
Además del estado de salud financiera de Suning, varios asuntos están sobre la mesa, desde el proyecto abortado de la Superliga, de la que el Inter es uno de los clubes fundadores (junto a la Juve y el AC Milan en Italia), al pago con retraso de los salarios pasando por la renovación de contratos.
Comenzando por el del entrenador Antonio Conte, cuya actual vinculación con el Inter se extiende hasta 2022, pero que esperará a saber los planes de Suning antes de decidir si prolonga la aventura.
El pasado verano (boreal), Conte reprochó públicamente a sus dirigentes la falta de apoyo y amenazó con abandonar el barco. Una reunión de crisis y la obtención de algunas garantías disuadieron al técnico.
En el plano deportivo, pedirá sin duda respuestas sobre la viabilidad para conservar a los mejores jugadores y para fichar a otros con los que tratar de dar el salto en Liga de Campeones.
Varias cuestiones que probablemente animarán el mes de mayo del Inter, y que podrían agriarle el dulce sabor del título.