Hoeness olvidará la prisión recuperando la presidencia del Bayern Múnich

Alemania/Uli Hoeness, el hombre que hizo del Bayern Múnich uno de los clubes más potentes del mundo, recuperará el viernes su sillón de presidente, después de una interrupción de cerca de dos años para purgar en la cárcel su pena de fraude fiscal.

Un inesperado terremoto tendría que ocurrir para que Hoeness, de 64 años, no fuera elegido presidente el viernes en la asamblea general del Bayern Múnich.

En primer lugar porque es el único candidato. Y a continuación porque todo el club ha vivido como propia su condena. Los dirigentes de la entidad esperan con impaciencia su talento como empresario, su carisma, sus entrañables enfados y sus golpes de genio en el mercado de fichajes.

"Es magnífico para el FC Bayern y para todos sus aficionados que Uli esté de regreso. No es un santo, ha cometido errores, pero ha pagado por ellos", dijo Matthias Sammer, antiguo director deportivo del club.

La función de presidente del Bayern Múnich implica una actividad de coordinación y de vigilancia. Pero la gestión cotidiana del gigante del fútbol alemán convertido en una rentable empresa seguirá en manos de Karl-Heinz Rummenigge, que ocupa el puesto de "presidente del directorio", el órgano ejecutivo del club.

- Dupla con Rummenigge -

"Creo que Karl-Heinz y yo haremos al Bayern todavía más fuerte. Imagino que Karl-Heinz será el responsable del dinero y yo del corazón", dijo Hoeness recientemente.

Una atractiva pareja para este club orgulloso de sus valores familiares -está dirigido por sus antiguos jugadores-, receta que le ha llevado al éxito financiero y comercial.

Múnich guarda un gran reconocimiento a 'Uli', antiguo jugador del gran equipo de los años 70, junto a Franz Beckenbauer y Gerd Müller, por haber llevado al conjunto bávaro a la cima del fútbol mundial, con una gestión racional, sin recurrir al endeudamiento ni al mecenazgo a fondo perdido, como muchos otros grandes n Europa.

La lista de alabanzas a su persona es interminable. Por el contrario es difícil encontrar voces críticas con Hoeness.

"Su regreso sólo lo es posible porque el fútbol no mira mucho la moral", dice sin embargo el periodista Thilo Komma-Poellath, autor del libro 'El caso Hoeness'.

"Será el único candidato el viernes, por lo que el Bayern le ofrece la alfombra roja para su regreso, lo que deja algunas dudas sobre el sentido de la democracia en el club", añade.

- Mal momento deportivo -

Puede ser. Pero los 280.000 socios del Bayern no parecen traumatizados por devolver el sillón a un hombre cuya plaza natural parece la dirección de su club.

Fuera del fútbol, Hoeness es el presidente de una importante empresa de charcutería industrial. Como emprendedor olvidó el rigor con el que ha gestionado el club, intentando disimular ante el fisco de su país 28 millones de euros ingresados y que se llevó a Suiza.

Fue condenado a prisión en 2014 y se vio obligado a dimitir como presidente del Bayern. Finalmente estuvo entre barrotes 21 meses, la mitad en un régimen de semilibertad, que le permitía pasar únicamente las noches en prisión.

En el plano deportivo Hoeness regresa cuando el Bayern Múnich parece haberse atascado tras varios años de éxitos. Dirigido por el italiano Carlo Ancelotti y menos dominador que el equipo de Pep Guardiola en los últimos tres cursos, viene de perder el liderato de la Bundesliga y el miércoles cayó en la Liga de Campeones ante el modesto Rostov (3-2).

Puede que la medicina para recuperar la senda de los éxitos sea uno de los famosos ataques de sinceridad de su añorado presidente.