El Inter es líder provisional tras su triunfo in extremis en Bolonia
Logró subir al primer lugar
Gracias a un gol en el último suspiro de Romelu Lukaku, que logró un doblete (75, 90+1 penal), el Inter remontó (2-1) en Bolonia (12º), este sábado en la undécima jornada, y se situó líder a la espera de lo que haga la Juventus (2º) en el derbi ante el Torino (13º).
Roberto Soriano había adelantado al equipo local en el 59, pero el Inter reaccionó con dos goles de su estrella belga, que suma 9 goles en 11 partidos disputados en la Serie A, tras su fichaje procedente del Manchester United.
Con los tres puntos, la formación dirigida por Antonio Conte alcanza los 28, dos más que la Juventus, que cierra los partidos del sábado en la cancha del Torino (19H45 GMT).
Aparentemente cansado debido al encadenamiento de partidos, el Inter resolvió gracias a su pareja de moda, Lukaku y el argentino Lautaro Martínez, muy activo y acertado, provocando además el penal decisivo convertido por su compañero de ataque.
Antes la Roma se colocó provisionalmente en tercera posición en la Serie A italiana tras derrotar 2-1 al Nápoles (7º).
Nicolo Zaniolo abrió el marcador en el minuto 19, tras recibir en la frontal del área, adentrarse en ella y enviar un potente disparo que terminó alojado en las redes del equipo napolitano.
El serbio Aleksandar Kolarov falló luego un penal para la Roma en el 26, pero el equipo de la capital no desperdició su siguiente pena máxima, que transformó el francés Jordan Veretout en el 55.
El Nápoles acortó su desventaja en el 72, cuando el polaco Arkadiusz Milik empujó a placer un pase de la muerte de su compañero mexicano Hirving Lozano.
El equipo de Carlo Ancelotti, que no estuvo en el banquillo este sábado por una suspensión, intentó a la desesperada la igualada pero no lo pudo conseguir.
La Roma finalizó con diez por la segunda amarilla en el descuento final del turco Mert Cetin, en el 90+6.
El partido estuvo además brevemente interrumpido por el árbitro por cánticos antinapolitanos en la grada del Olímpico.
Pese a su oleada de lesiones, los romanos encadenan un tercer triunfo consecutivo.