Francia, Portugal y el sueño de la Eurocopa que acaba en París

Uno se llevará la gloria del continente, el otro llorará

Francia vs. Portugal, un choque que promete emociones / AFP
Afp
09 2016 - 15:12

El planeta fútbol centrará su mirada el domingo a las 19h00 GMT en el Stade de France de París, donde Francia con Antoine Griezmann y Portugal con Cristiano Ronaldo lucharán por la conquista de la Eurocopa, evento deportivo mayor que predomina en las discusiones sobre el balompié en bares, oficinas y hogares, hasta el inicio de los Juegos de Río 2016, el 5 de agosto, su relevo en grandes citas deportivas.

Dos países hermanos con muchas historias cruzadas, incluso de jugadores que estarán en cancha como el propio Grizou que tiene raíces lusas en su familia, dos grandes estrellas para alimentar la ilusión, miles de sueños, pero un solo lugar en la cumbre.

"Es el partido de nuestras vidas", comentaban casi al unísono los jugadores franceses este sábado. "Lo que cuenta es ganar", apuntó el capitán Hugo Lloris.

"Siempre soñé con ganar algo con la selección de Portugal", mencionó a su turno Ronaldo y hasta su compañero de mil batallas en la Seleçao y el Real Madrid, Pepe, manifestó este sábado que soñaba "con hacer un gol en la final".

La Eurocopa se cierra el domingo tras un mes de competición (10 de junio al 10 de julio) y el país organizador espera conquistar su tercer título europeo en casa para, de paso, tomar una bocanada de aire que le ayude a palear un período de crisis y conflictos internos.

Una victoria en una gran competición deportiva representa "siempre para un pueblo el sentimiento de que puede triunfar, tanto en el terreno deportivo como en el económico, cultural, internacional, político, diplomático", señaló el presidente francés François Hollande en Varsovia.

"Tendría una buena incidencia, una influencia, no sólo en la alegría, sino también en la moral de los franceses, en el orgullo que pueden sentir respecto a la selección de Francia, a lo que representa, a lo que simboliza", añadió.

Foco en Ronaldo y Griezmann

Pero Portugal también piensa en grande, especialmente Cristiano Ronaldo, quien vaticinó un triunfo de la Selecçao. "Tenemos que ser positivos. El domingo será la primera vez que Portugal gane un trofeo importante", afirmó en Marcoussis, donde el central Pepe volvió a los entrenamientos con el grupo.

"Estoy apto para jugar y espero ayudar a mis compañeros. Si puedo marcar será extraordinario", dijo el central, quien confía especialmente en CR7 para llegar a la gloria.

Lo mismo su seleccionador Fernando Santos, quien respondió con ironía cuando le preguntaron sobre las críticas de la prensa francesa al fútbol especulativo de su once.

"Espero que digan de nuevo tras la final que hemos ganado de forma inmerecida. Volvería a casa muy feliz", afirmó.

La final tendrá un claro foco: hace 43 días, Cristiano Ronaldo liderando al Real Madrid noqueó al Atlético Madrid de Antoine Griezmann en la final de la Champions League en San Siro, pero la fuerza de rebelión que ha mostrado Grizou le abre una revancha pronta, en un segundo asalto a todo o nada en el que también se puede jugar una ficha por el Balón de Oro, según ciertos observadores, aunque su seleccionador galo Didier Deschamps no lo cree.

"Antoine es todavía un jugador joven, aunque haya hecho una muy buena temporada. Ronaldo lleva siete u ocho años en la cumbre de su arte. Para el Balón de Oro, hay un dúo, entre él y (Leo) Messi", afirmó Deschamps, quien confió que parte del triunfo dependerá en desactivar a CR7.

"Es un grandísimo jugador, con una calidad atlética en el juego aéreo. Se queda mucho tiempo en el aire, para algo sirve su tableta de chocolate (sus abdominales). En el fútbol la principal dificultad es poder combatir la velocidad y el juego por alto. Neutralizar su influencia será algo importante", explicó.

Final con seguridad reforzada

Para el día del partido se ha montado un gran operativo. Habrá 3.400 policías y gendarmes el domingo por la noche en la avenida de Campos Elíseos de París, después de la final, anunció este sábado el prefecto de policía de la capital francesa, Michel Cadot.

Además de esos efectivos movilizados donde suelen ir a festejar los hinchas franceses sus triunfos históricos, alrededor de 1.300 miembros de las fuerzas se desplegarán por los alrededores del Stade de France y unos 1.400 uniformados en la fanzone de París, al pie de la Torre Eiffel donde irán cientos de miles de personas a ver el partido en pantalla gigante.

El prefecto aclaró que habrá además 700 hombres en los transportes públicos, aunque nada especial está previsto para el lunes, día posterior a la final, ante un eventual desfile de campeones como en 1998, año que Francia ganó su primer título mundial en casa con Zinedine Zidane a la cabeza.

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