España: Federación de fútbol deja a un lado a su director de comunicación
Anuncio
La Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció este viernes el cese de su director de comunicación, en un nuevo cambio tras el terremoto producido después del beso forzado del expresidente federativo Luis Rubiales a Jenni Hermoso.
"La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido hoy prescindir de los servicios del director de Comunicación, Pablo García-Cuervo", afirmó la RFEF en un comunicado.
El cese de García-Cuervo se une a los anteriores del secretario general, Andreu Camps, considerado cercano a Rubiales, del director del departamento de Integridad, Miguel García Caba y del anterior seleccionado femenino, Jorge Vilda.
Este viernes, el juez que investiga a Rubiales por unos presuntos delitos de agresión sexual y coacciones por su beso a Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial, citó como testigos para el 20 de octubre a García-Cuervo y al seleccionador Luis de la Fuente.
La instrucción se dirige ahora también contra Vilda, el director de la selección masculina, Albert Luque, y el director de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera.
Los tres pasaron a ser investigados después de que el hermano y una amiga de Jenni Hermoso confirmasen ante el juez que la jugadora y su entorno recibieron presiones para que la campeona del mundo española justificara la acción de Rubiales.
El beso a Hermoso por parte de Rubiales, que defendió ante el juez que fue consentido, suscitó un escándalo mundial y un plante de las futbolistas españolas en defensa de su compañera y para pedir cambios en la RFEF.
Las internacionales españolas pidieron el 15 de septiembre en un comunicado "cambios contundentes en los puestos de liderazgo de la RFEF y, en concreto, en el área del fútbol femenino".
Por ello, pidieron "una reestructuración del organigrama del fútbol femenino, reestructuración del gabinete de presidencia y secretaría general, dimisión del presidente de la RFEF, reestructuración del área de comunicación y marketing y reestructuración del área de integridad".
Las españolas llegaron el 20 de septiembre a un acuerdo con la RFEF y el Consejo Superior de Deportes (CSD) español, en los que la Federación se comprometió a llevar a cabo cambios.
El acuerdo permitió que las internacionales aceptaran jugar sus partidos de Liga de Naciones contra Suecia y Suiza, saldados con sendas victorias.