España enfrenta a EEUU con un favoritismo abrumador

BLOEMFONTEIN, Sudáfrica (AP) — España siempre tuvo como decreto el que iba a estar en las semifinales de la Copa Confederaciones. Para Estados Unidos, sin embargo, su presencia se asemeja a un obsequio caído del cielo. Ambos se medirán el miércoles por una plaza en la final del torneo que sirve de abrebocas para la Copa Mundial del año entrante. Se trata de un duelo de polos opuestos. De un lado está una España rebosante de confianza y en busca de otro récord. El favoritismo a su favor es abrumador ante un oponente que se clasificó milagrosamente y que desde el mundial del 2002 no sorteaba la primera ronda de un certamen de envergadura. Pero los españoles no dan por hecho consumado que le pasarán por encima a Estados Unidos ante la expectativa generalizada de una final ante Brasil el próximo domingo. Los brasileños se medirán el jueves con Sudáfrica en la otra semifinal. "Claro que tenemos que tener cuidado ante las virtudes de ello", dijo el técnico español Vicente del Bosque aludiendo a la velocidad con la que juegan los norteamericanos. "Apostaremos a contrarrestar ese posible contraataque y a dominar con nuestra idea de juego". Estados Unidos estaba dado por muerto tras sucumbir ante Brasil e Italia, pero un alocado cierre del Grupo B les permitió situarse segundo en la llave más difícil del torneo. El pase se definió en los últimos segundos de su victoria 3-0 ante Egipto y la derrota de Italia por idéntico resultado contra Brasil. Ahora, Estados Unidos espera que la suerte le siga sonriendo hasta la final. Pero esta España es implacable, casi que blindada contra las sorpresas. Los campeones de Europa se encuentran en medio de una racha de ensueño, incluyendo un récord de 15 victorias sucesivas. Ahora irán por una marca de 36 partidos seguidos sin perder, dejando atrás el viejo récord que Brasil fijó entre 1993-96 y que España igualó en la Confederaciones. "Estamos contentos con el recorrido que hemos hecho, pero no va a servir de nada si no nos acercamops al título", dijo del Bosque. "Las victorias están en el recuerdo, pero tenemos que afrontar ahora el futuro, y el inmediato es el partido de mañana". Los estadounidenses esperan ser los verdugos. "Algún día llegará el momento que les toque perder un partido", dijo el volante Sacha Klejstan, quien fue expulsado en la derrota ante Brasil en la segunda fecha. También se ilusionan con jugar su primera final en un torneo de magnitud, después de derrotas en las semis de la Confederaciones 1999 y el mundial de 1930. "Nunca hemos llegado a una final en un certamen de este calibre", dijo Donovan. "En cierto forma, se puede argumentar que este torneo es más difícil que un mundial por el alto nivel competitivo de los equipos". España se presenta con un foja inmaculada y con valla invicta, después de sus triunfos ante Nueva Zelanda (5-0), Irak (1-0) y Sudáfrica (2-0) en el Grupo A. Sus delanteros Fernando Torres y David Villa comparten con el brasileño Luis Fabiano la punta de la tabla de cañoneros con tres conquistas. Estados Unidos cayó en sus dos primeros partidos, pero puede dar como excusa que pagó caro el haber sufrido expulsiones. Esto no se repitió ante Egipto, al levantar ostensiblemente su desempeño para clasificarse. España no tiene intención de dar tregua, hambrienta por un segundo título de envergadura tras proclamarse campeón de la Eurocopa el año pasado. Aunque Andrés Iniesta no pudo venir por una lesión, el mediocampo español ha funcionado como reloj suizo con el circuito conformado por Xavi Hernández, Xabi Alonso y Cesc Fábregas para alimentar de balones a Torres y Villa. "Tenemos que hacer lo nuestro y complicar a sus defensores, ser agresivos en los momentos propicios", dijo el técnico estadounidense Bob Bradley.