Donovan borra frustraciones y busca la gloria

Donovan borra frustraciones y busca la gloria
Ap
25 2010 - 09:15

Landon Donovan es el mejor futbolista que Estados Unidos jamás ha tenido y, a veces, su más grande decepción. Se pasó cuatro años tratando de abrirse camino en medio de problemas personales y profesionales. Y, a pesar de toda la introspección y trabajo, estuvo al borde de un nuevo fracaso con la selección estadounidense en el Mundial de Sudáfrica. Por eso no es extraño que haya celebrado como un niño el gol en tiempo extra que le dio a Estados Unidos un triunfo 1-0 sobre Argelia y el boleto a los octavos de final de la Copa del Mundo. El tanto será recordado como uno de los más importantes en la historia del fútbol estadounidense. Cuando finalmente los ánimos se calmaron, no hubo manera en que pudiera parar de llorar. "En el pasado, un momento como este no se hubiera sentido igual, no habría sido tan bueno", dijo Donovan el jueves. Describió lo vivido como "cuando te pones al límite y arriesgas cosas que nunca habrías arriesgado antes y luego eres recompensado por eso, se siente increíble". La evolución de Donovan es fascinante tanto en la cancha como fuera de ella. Es una estrella deportiva que te deja ver sus sentimientos más profundos. Donovan habla tranquilamente sobre sus luchas en la cancha, su incómoda transición que lo convirtió en la imagen del fútbol estadounidense y sin problemas admite que recurrió a terapia para superar adversidades personales por su tambaleante matrimonio. Ahora se siente en paz. Y también sabe que no estaría completo sin el éxito en la cancha. El sábado, Estados Unidos chocará contra Ghana, el equipo que lo eliminó en el Mundial de Alemania 2006, con posibilidades de avanzar a los cuartos de final por tercera vez en la historia. "No será un fracaso si no ganamos el sábado, pero es una oportunidad gigantesca de hacer algo mucho más especial", dijo Donovan. "Y quiero enfatizarlo ante todos (mis compañeros) y asegurarme que lo entiendan". Por mucho que a los estadounidenses les guste hablar sobre el equipo y de conseguir algo en conjunto, todos saben que Donovan tiene la llave del éxito. Jugando con el gozo desenfrenado y la confianza de un veinteañero, anotó dos veces en el Mundial de 2002 cuando Estados Unidos tuvo un sorpresivo avance hasta los cuartos de final y fue elegido como el mejor futbolista joven del torneo. Pero con el peso de las expectativas y rodeado de bombos y platillos, cuatro años después no figuró y el equipo tropezó en Alemania al no lograr una sola victoria. Todos tenían un poco de culpa, pero la mayoría de críticas cayeron sobre Donovan. Dos opacos periodos en Alemania con el Bayer Leverkusen aumentaron la frustración y terminó de regreso en la MLS. Fue por mucho tiempo la estrella indiscutida de la MLS, pero cedió parte de su popularidad cuando David Beckham se unió al Galaxy de Los Angeles. Al juntarlo todo, Donovan parecía encaminado a ser otro atleta con un sueño frustrado. "El fue criticado fuertemente después del último Mundial y ha trabajado duro y se ha esforzado para llegar al nivel actual", dijo su compañero Carlos Bocanegra. "Ha sido bueno para él haber anotado el gol de la victoria. De alguna forma muestra que su trabajo ha rendido frutos, su mentalidad ha cambiado". Donovan le da mucho del crédito por su crecimiento a su esposa Bianca Kajlich, una actriz a quien veía batallar para obtener hasta los papeles más insignificantes, lo cual le hizo ver que estaba despilfarrando su talento. Que lo que tenía era un don, no una carga. Aunque Kajlich y Donovan se separaron en julio, la ruptura fue un punto de inicio. Los dos siguen siendo amigos, pero él se dio cuenta que era el momento de tomar un largo y profundo examen sobre sí mismo. "A veces aprendes más de esos momentos que de cualquier otro y para mi ese fue el caso", dijo el mes pasado en la concentración de Estados Unidos. "Y eso no es ni feo ni desagradable, puede ser de mucha ayuda y puedes crecer y eso es lo que los dos obtuvimos de todo esto".

Si te lo perdiste
Lo último