Devuelven a fanáticos de la Roma a Italia por enfrentamientos en la sede de la final de la Europa League

Decenas de aficionados de la Roma llegados a Tirana (Albania) con motivo de la final de Conference League contra el Feyenoord de Países Bajos, fueron enviados de vuelta a Italia después de los violentos enfrentamientos que causaron una treintena de heridos el martes, anunció la policía.

La situación volvió a la calma por la noche, después de la oleada de violencia que enfrentó a aficionados de ambos equipos contra las fuerzas del orden, en un partido de alto riesgo.

Un agente de policía fue herido con un arma blanca mientras que un albanés ,que expresó su apoyo a los italianos, fue golpeado en repetidas ocasiones con una silla y hospitalizado de urgencia.

Un total de 19 agentes de policía resultaron heridos y 10 personas (cinco albaneses, tres italianos y dos neerlandeses) se presentaron en hospitales, precisó Albert Dervishaj, jefe adjunto de la policía nacional durante una rueda de prensa.

Los enfrentamientos empezaron cuando la policía trató de impedir que los aficionados neerlandeses se dirigieran al estadio de fútbol, situado en el corazón de la capital, para enfrentarse a los fans de la Roma. Éstos reaccionaron con "violencia", atacando a las fuerzas del orden con botellas, piedras y otros objetos.

Aficionados del club italianos también atacaron a los policías , declararon anteriormente fuentes policiales.

Otos enfrentamientos entre aficionados de ambos equipos se produjeron igualmente en al menos otros tres lugares de Tirana, constató la AFP.

Unas sesenta personas fueron detenidas, en su gran mayoría aficionados italianos. Alrededor de 80 fans de la Roma fueron expulsados al amanecer hacia Italia desde el puerto de Durrës, en el mar Adriático.

A pesar de que la capacidad del estadio nacional es solo de 21.000 plazas, al menos 100.000 aficionados han llegado a Albania para el partido. Están separados en fan-zones, en las que se proyectará el partido en pantallas gigantes, según las autoridades.

Alrededor de 2.000 policías han sido movilizados para asegurar la seguridad del evento.