Cristiano se frustra porque Messi es el 'pichichi'

Cristiano se dispuso a celebrar con en el habitual gesto de teatralidad el 2-0 con el que Real Madrid venció al Levante en el encuentro dominical que cerró la jornada 27 de Liga.

El rostro le cambió cuando se percató que Gareth Bale se había cruzado en su camino. A discreción, en un movimiento casual, el galés había levantado ligeramente el pie para desviar la trayectoria del disparo de Ronaldo y apuntarse así su segundo tanto de la noche.

La sonrisa del portugués se congeló. Por segundo partido liguero al hilo, se quedó sin marcar. Peor aún, los dos tantos con que Lionel Messi le dio la victoria al Barcelona por 0-2 sobre el Eibar tumbaron al portugués de la cima en la carrera por el 'Pichichi'.

Con 30 tantos anotados en lo que va de la competición liguera, Cristiano Ronaldo se ha quedado a dos goles del astro argentino. Y eso que, en épocas más felices, cuando el Real Madrid era aquel equipo que deslumbraba a propios y extraños y que cerró el 2014 con 22 victorias consecutivas, CR7 se había colocado a una distancia que parecía inalcanzable.

Concluyó diciembre con 25 tantos marcados en su historial y una ventaja de 12 tantos sobre Messi. Pero llegó enero y Cristiano se estancó. En tres meses apenas ha marcado cinco tantos en Liga, apenas uno, el que significó el empate 1-1 ante Villarreal, en casa.

Algo pasa con Cristiano Ronaldo, el primer hombre que ha logrado marcar 30 goles en cinco ligas consecutivas, pues a veces pasa por ordinario y se ha visto en la necesidad de disputarle la atención a su compañero.

El peso del Balón de Oro. Los problemas físicos que van y vienen. Las críticas al equipo merengue que por fin lo han alcanzado a él también. Ronaldo anunció, tras la derrota por 3-4 ante el Schalke, que no volvería a hablar más. El que siempre tenía una explicación a la mano para los altibajos del equipo, decidió castigar a la prensa con su silencio.

"Ser Cristiano es complicado, lleva marcando un nivel muy alto muchos años. Es un futbolista que mete 60 goles por temporada, y si mete 40 se mosquea", dijo Sergio Ramos tras el encuentro, a manera de justificación ante la actitud del goleador. "No nos preocupa que haya tenido un gesto. Todos conocemos a Cristiano, sabemos cómo es", agregó.

Ante Levante, Ronaldo lo intentó de todas las maneras posibles, hasta con nueve disparos de los 22 que tuvo el Real Madrid.

La gran estrella del Real Madrid crecía en frustración con cada intento fallido, balones que se iban demasiado desviados, intervenciones de Mariño, el arquero rival o de su propio compañero Gareth Bale que, cansado de cargar con el peso de las críticas al equipo merengue, decidió acaparar los reflectores.

Y con cada intento fallido, los gestos de impotencia del portugués se volvían más pronunciados. Manotazos al césped, gritos de desesperación. Amagos de recriminación a sus propios compañeros. Bale, principalmente.

La sequía de Cristiano, en comparación con el ritmo devastador con el que inició la campaña, al batir al menos cinco marcas absolutas del club, comienza a preocupar a la afición merengue, que ve a los suyos tropezar una y otra vez y que, aunque victoriosos en el último asalto, no terminan de despejar las dudas en torno a su nivel de juego.

Con el clásico a la vuelta de la esquina, el técnico merengue, Carlo Ancelotti, intentó transmitir un mensaje de optimismo. Para él, el portugués sigue siendo indispensable, aunque parezca simple mortal.

"Está vivo. El primer gol nació de un tiro suyo y que salvaron en la línea. El segundo fue también un disparo de Cristiano. Fue determinante en los dos goles de Gareth. No marcó, pero estaba vivo en el partido", señaló en rueda de prensa.