Corea del Sur vence 2-0 a una inoperante Grecia
Corea del Sur se convirtió en el primer equipo en cantar victoria en esta Copa Mundial al no despreciar un par de obsequios de la zaga de Grecia para imponerse el sábado 2-0 y quedar en buen rumbo dentro del Grupo B. Lee Jung-soo abrió la cuenta a los siete minutos y Park Ji-sung aumentó a los 52, en sendas jugadas en la que la defensa del campeón de Europa en 2004 fue un desastre. Es el segundo Mundial en la historia de Grecia, pero la experiencia de Sudáfrica 2010 arrancó como terminó la de Estados Unidos 1994, donde los helenos se despidieron tras la primera ronda con tres derrotas, 10 goles en contra y ninguno anotado. La propuesta futbolística de Corea del Sur fue infinitamente superior ante una Grecia cuya gloria europea cada vez luce más a la distancia. Dinámico en todas sus líneas, el conjunto asiático inició su séptimo Mundial con el pie derecho al ponerse en ventaja rápidamente. Lee inauguró el marcador cuando se encontró libre de marca a boca de jarro. Tres defensores griegos vieron pasar una pelota llovida al área tras el cobro de un tiro libre cerca del punto de corner y Lee llegó para tocarla con el empeine derecho. Grecia sorprendió de entrada al alinear un ataque con tres puntas: Angelos Charisteas, Georgios Samaras y Fanis Gekas. Se trató de un esquema inusualmente agresivo por parte de su técnico alemán Otto Rehhagel, uno que a los tres minutos creó una oportunidad cuando el corner ejecutado por Georgios Karagounis fue cabeceado por Vesileios Torosidis por encima del travesaño. Pero el encontrarse en desventaja tan temprano hizo desnudar las falencias de Grecia, inoperante para generar acciones de peligro, excepto con esporádicos centros al área. Corea del Sur, en cambio, mostró más orden al ejercer mayor dominio en la posesión de la pelota. El partido quedó sentenciado en los primeros compases del segundo tiempo mediante un grosero fallo del defensor griego Loukas Vyntra, quien no supo dominar un pase lateral y dejó que Park le quitase la pelota. El volante del Manchester United se enfiló por el medio entre dos defensas y definió rasante. Bajo cielo soleado, el estadio Nelson Mandela apenas estuvo dos tercios llenos de su capacidad para 45.000 aficionados. Argentina y Nigeria, los otros integrantes del grupo, se medían a segunda hora en Johannesburgo.