Los "chés" le quitan el sabor a los "merengues"

BARCELONA, España (AP) -- En una demostración de carácter y potencial futbolístico, el Valencia tumbó el domingo 2-1 al Real Madrid en la liga española y frenó de una vez la imponente racha de 22 victorias seguidas en competiciones oficiales del equipo "merengue", que se mantiene líder del campeonato por la décimo séptima fecha. El margen de los madridistas es ahora de apenas un punto sobre el escolta Barcelona y el vigente campeón Atlético de Madrid, ambos con 38 unidades. Mientras que los "colchoneros" ganaron 3-1 al Levante el sábado, el Barsa puede situarse provisionalmente en la cima en caso de vencer al cierre de la jornada en cancha de la Real Sociedad. El Madrid cuenta con un cotejo menos, correspondiente a la 16ta fecha contra el Sevilla, y que debe disputar el 4 de febrero. Con su triunfo, el Valencia llegó a 34 puntos y en el cuarto puesto aferra a la última plaza por la Liga de Campeones. De local, el Valencia se vio obligado a remar contracorriente después de que Cristiano Ronaldo pusiera en ventaja a los visitantes transformando un penal a los 14 minutos. Pero el 26to tanto del portugués en el torneo no bastó para que el equipo de Carlo Ancelotti se llevara los tres puntos, pues los "chés" dieron la vuelta al marcador en la segunda mitad con dianas de Raúl Barragán (52) y el argentino Nicolás Otamendi (65). El Valencia salió en tromba en la primera, buscando encerrar en su cancha al Madrid, pero Paco Alcácer no alcanzó un cruce de Mustafi y los visitantes pronto se estiraron al encuentro de la velocidad de Gareth Bale por banda derecha. Una dura entrada del argentino Lucas Orbán al galés mereció la señalización de falta y Toni Kroos la ejecutó para la cabeza de Bale, quien peinó el balón y vio como este impactaba el brazo de Alvaro Negredo en el área. El árbitro decretó penal pese al gesto involuntario del ariete y Cristiano no perdonó desde los 11 metros, convirtiendo su octava pena máxima de la temporada. El gol alteró sobremanera al Valencia, irritado por el referí y el marcador adverso, incapaz de tejer juego en el mediocampo y excesivamente recurrente a los pelotazos que no alcanzaban a dominar Negredo ni Alcácer. El Madrid, entretanto, gestionaba su renta sin florituras, entregado al