UCL. El Atlético del "Cholo" es líder de grupo y

No fue tan fácil como se podía esperar antes del choque, pero lo cierto es que el Atlético de Madrid ya tiene pie y medio en los octavos de final de la Liga de Campeones gracias a su victoria ante el Malmoe. Los chicos de Simeone no fueron brillantes, pero sí efectivos, algo que suele dar resultados en muchas ocasiones. Durante buena parte del choque, los rojiblancos vistieron el mono de trabajo para sumar los tres puntos en Suecia y sólo en momentos puntuales, se enfundaron el traje de fiesta para demostrar qué equipo es el campeón de la Liga española y quién estuvo a sólo un minuto de proclamarse campeón de Europa. Tras dar en la primera mitad el cuero a los locales y con un Godín que no necesitaba ayuda para defender su parcela, los rojiblancos sacaron la escuadra y el cartabón para tirar una contra por la derecha que cuminó Koke como sólo él sabe hacer: De forma brillante. Juanfran llegó por la derecha hasta la línea de fondo después de combinar con Gabi y una vez en el área, leyó a la perfección el movimiento de su compañero para ponerle el balón entre el portero y la defensa. Koke sacó brilló a su tacón y estrenó el marcador. Efectividad ante la falta de brillo No era cómodo el encuentro para los rojiblancos ante un correoso conjunto local. Los suecos luchaban cada balón como si fuera el último y los de Simeone pecaron en algunos momentos de exceso de confianza. No tenían a uno de los grandes equipos de Europa como rival, el escudo del Malmoe no es de los más conocidos en el fútbol continental y quizá por ello, los madrileños no se obligaron a meter una marcha más sobre el verde durante muchos minutos. Finalmente, lo del marcador fue otra cosa y lo sucedido en Atenas ya está más que olvidado. Tras el descanso, los sustos se encadenaron en la portería de Moyá. Primero fue Rosenberg el que se topó con el palo y después Siqueira quien comprometió a su portero con una mala cesión. Fruto de la falta de concentración y de la poca tensión mostrada por los subcampeones de Europa llegaron los mejores momentos del Malmoe. Raúl García no perdonó la segunda Cosas del fútbol, la calidad casi siempre termina por imponerse. Por mucho que el débil quiera agradar a su afición y se crezca al pisar el campo rival,