Europa vivirá un "Duelo de proporciones Épicas"
El Real Madrid se juega esta noche estar en la final de la Champions League del próximo 24 de mayo en Lisboa. Una situación que no vive desde el año 2002 cuando ganó la novena en Glasgow ante el Bayer Leverkusen. Esta noche, otro equipo alemán es el que intentará barrarle el paso a los madridistas a la final. Se trata nada más y nada menos que del Bayern Munich, el actual campeón y que debe remontar el 1-0 de la ida en el Bernabéu. Los bávaros ya avisaron tras caer en Chamartín que convertirían el Allianz Arena en un infierno para los madridistas que viven un auténtico gafe en sus visitas a Múnich en particular y a Alemania en general. Cabe recordar que la última visita de los blancos acabó con una derrota ante el Borussia Dortmund por 2-0 que a punto estuvo de echarles de la Champions League en los cuartos de final. El Bayern ha preparado esta visita como lo que es, el partido más importante para el club bávaro y Guardiola no piensa cambiar el estilo del equipo por mucho que le criticaran tras haber caído en el Bernabéu. Una derrota por la mínima que están convencidos de remontar los alemanes que han creado un ambiente de remontada que se inició en Madrid con la famosa frase de Rummenigge sobre que el Allianz Arena iba a ser un infierno en el que iba a arder hasta los árboles. Ante eso, el Madrid ha optado por la calma, por la ironía para afrontar este choque que un ex jugador blanco sabe perfectamente lo que significa para los madridistas. Ese futbolista es Robben que ayer ante los medios de comunicación no dudó en reconocer la presión que se vive en el club blanco por ganar la Champions."Yo estuve en Madrid y sé la obsesión que tienen con la Décima, sé lo grande que es para ellos. Y siguen esperando. Nosotros hemos ido tres veces a la final en los últimos cuatro años, en el ultimo la ganamos, pero aún así seguimos hambrientos. Sabemos que podemos hacer historia, dijo Robben. A nivel deportivo, Guardiola cuenta con todos sus hombres, excepto Thiago, y la gran duda es saber si Lahm actuará como mediocentro, como empezó en el Bernabéu, o como lateral derecho, como finalizó en Chamartín. Guardiola no dio pistas, pero sí tiene claro que no cambiará su estilo de posesión para buscar la remontada. Ancelotti, por su parte, cuenta con todas sus estrellas, incluida la famosa BBC. Cristiano Ronaldo demostró ante Osasuna que está totalmente recuperado, mientras que Bale y Benzema ya están a punto tras superar sus molestias. Sin embargo, la gran duda del equipo blanco es saber si el entrenador italiano apostará por su tridente ofensivo o mantendrá el 4-4-2 con Isco en la medular, lo que supondría dejar a uno de sus delanteros en el banquillo. Si pasa eso, todo indica que el elegido para ser suplente sería Bale. Ayer, Ancelotti tampoco dio pistas sobre el equipo que se ejercitó en el césped del Allianz Arena bajo la supervisión de Florentino Pérez que estuvo a pie de campo. La idea del italiano para estar en la final de Lisboa es no encerrarse y salir a marcar lo antes posible para intentar apagar el infierno que le espera en Múnich. Una ciudad que siempre ha representado para el Real Madrid sinónimo de derrota.