Carnaval: La otra pasión de las estrellas del fútbol

BUENOS AIRES -Si el fútbol es la principal pasión del pueblo brasileño, entonces el carnaval es la segunda. Incluso, es probable que durante un par de semanas al año, este orden se invierta. Casi todos los grandes ídolos brasileños han sido fanáticos del Carnaval y han participado de forma activa en diversas escolas do samba. La fecha en la que se celebrará el Mundial no permitirá que ambos eventos convivan, sin embargo, estas festividades estarán muy ligadas al gran torneo que se llevará a cabo en Brasil. Uno de los primeros grandes futbolistas brasileños en no ocultar su pasión carnavalesca fue Garrincha, claro está. Mané, para muchos el jugador más querido de la historia del fútbol de Brasil, siempre se mostró como una persona alegre y estuvo presente en varias ediciones del Carnaval de Río. De hecho, sólo tres años antes de su fallecimiento, en 1980, participó de un desfile junto a varias personalidades de la nación. Aunque su estado físico no era el mejor, se lo vio vestido con la camiseta verdeamarela y saludando a sus torcedores. El caso de Pelé es distinto. O Rei siempre le dio mucha importancia a las relaciones públicas y por eso formó parte de esta festividad en diversas ocasiones, aunque nunca se mostró como un fanático. En 2003, la escola do samba "Barroca Zona Sul" lo homenajeó en el Carnaval de Sao Paulo con una samba titulada "De Tres Corazones a la Coronación, ¿Quien soy? El rey Pelé". Quizás el futbolistas más asociado al mundo del Carnaval es Junior. El lateral derecho del extraordinario Seleccionado de Telé Santana que brilló en la Copa del Mundo de España 1982 siempre estuvo cerca de la escola Mangueira, desde adolescente hasta mucho tiempo después de su retiro. De hecho, en 1982 interpretó una canción que se convertiría en el himno de aquel equipo: "Povo Feliz", más conocida con el nombre de "Voa canarinho". Edmundo, un jugador reconocido por su talento y también por sus polémicas actitudes fuera del campo, protagonizó una polémica debido a su afición a los Carnavales. Según recordó en un reportaje especial el diario O Globo, en 1999 O Animal abandonó su trabajo en Fiorentina para estar presente en la pasarela. Aquella actitud influyó de forma negativa en su relación con el club, ya que pocos meses después dejó Florencia y regresó a Brasil. Tres años después, mientras jugaba en Tokyo Verdy de Japón, volvió a participar del Carnaval y una vez más tuvo conflictos, ya que esta había obtenido permiso para viajar por una operación en el pie. Pero su amor por las fiestas fue más fuerte y estuvo en el sambódromo con muletas y todo. Ronaldinho nació en Porto Alegre, donde el Carnaval no tiene la trascendencia de la capital carioca. Sin embargo, Dinho siempre se mostró como un fanático de las fiestas momescas. Cada vez que su carrera europea se lo permitía, viajaba a Río de Janeiro para disfrutar de las escolas do sambas y cuando regresó al país no se privó de nada. Incluso, llegó a tocar el tambor en "Samba, Amor e Paixão" pocas horas antes de un entrenamiento o de un partido. Este año, vibró en el Carnaval de Sao Paulo. El otro gran ídolo moderno de la torcida brasileña, Ronaldo Nazario, tampoco ha tenido reparos en demostrar su pasión por el baile. En 2010, mientras jugaba en Corinthians, desfiló en el Carnaval de Sao Paulo con la escola do samba Gavioes da Fiel, representativa del Timao. Después de su actuación, afirmó: "fue lindo, increíble e insuperable". Aquel día también estuvo presente otro de los próceres del fútbol brasileño, Sócrates. Este año, Ronaldo volverá a participar de las celebraciones: se transformará en un "pájaro" durante el desfile "R9-El vuelo real del Fenómeno". "Sacudió las alas y voló, voló, voló, Ronaldo, fenomenal", es el estribillo del samba que cantará la cuatro veces campeona del carnaval paulista cuando desfile en la jornada del próximo sábado en el sambódromo de Anhembí, en el segundo día de carnaval brasileño y el último de las escuelas del Grupo Especial de Sao Paulo. La última gran aparición de la Canarinha no es ajena a los encantos del Rey Momo. Neymar se dejó ver el año pasado en el Carnaval de Salvador, de la mano de la escola do samba Academia Camarote. Antes, había disfrutado del Carnaval de Sao Paulo y para muchos su manera de jugar es un homenaje constante a la música tradicional brasileña. Pero no todos los jugadores de fútbol amantes del carnaval son brasileños. El mejor de la historia, el argentino Diego Armando Maradona, estuvo presente en varias ocasiones del Carnaval de Río de Janeiro. La primera vez fue en 1998, cuando se lo vio feliz bailando como el más brasileño de todos. Ocho años después regresó y quedó deslumbrado con la agrupación Caprichosos da Pilares. Texto: Damian Didonato/Blog de ESPN.com