Blatter es reelegido como presidente de la FIFA
Un escándalo de corrupción que el propio Joseph Blatter describió como el más grave en la historia de la FIFA no impidió que el dirigente suizo fuese reelegido el miércoles para un cuarto período al frente del organismo rector del fútbol, sin oposición y con un apoyo abrumador. Blatter recibió 186 de los 203 votos emitidos en el Congreso de la FIFA. Su único desafiante, Mohamed bin Hammam, de Qatar, se retiró de la contienda durante el fin de semana pasado y fue suspendido en medio de denuncias de que compró el voto de delegados caribeños. Y el camino de Blatter hacia a la reelección quedó definitivamente despejado cuando el Congreso rechazó una propuesta de Inglaterra de que se aplazase la votación para investigar denuncias de irregularidades. La propuesta inglesa fue rechazada por 172 de las 208 federaciones nacionales. Hubo apenas 17 votos a favor y 17 abstenciones. Antes de la votación, Blatter se comprometió a adoptar reformas radicales que le den más transparencia a la FIFA y propuso dejar en manos de las asociaciones nacionales la selección de la sede de la Copa Mundial, que hasta ahora hacía el comité ejecutivo. "¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!", dijo jubiloso Blatter en español luego de la votación. "Tenemos cuatro años, si el Señor me da vida, la energía y la fuerza para continuar por nuestra senda y hacer nuestro trabajo", expresó el líder de la FIFA, de 75 años y quien habrá estado 17 años al frente del organismo al concluir su último período. "Me alegro de haber podido generar esta solidaridad, esta unidad en la FIFA", comentó luego de recibir un apoyo abrumador. Acto seguido el Congreso aprobó la propuesta de Blatter de cambiar el sistema de selección de sedes de la Copa Mundial y avaló sus planes para reformar la comisión de ética y para darle mayor transparencia al organismo. Blatter, por otro lado, dijo que iba a incorporar una mujer el comité ejecutivo. La FIFA volverá a sesionar más adelante este año para poner en vigor estas medidas. Al cortejar el voto de los afiliados a la FIFA, Blatter dijo sentirse el "capitán de un barco.. que atraviesa aguas turbulentas. Pero hay que enderezar el rumbo de este barco". "Soy el capitán del barco y es mi responsabilidad y mi deber hacerlo", insistió, hablando antes de la votación. Luego de su reelección, dijo que "Vamos a necesitar un poco de tiempo (para reformar la FIFA). No lo podemos hacer de un día para otro. Es un nuevo desafío para mí y lo acepto". Blatter sostuvo que las denuncias sobre bin Hammam constituyen el peor escándalo en la historia de la FIFA, pero que podía ser resuelto dentro del mismo organismo, bajo su supervisión. "Se harán reformas, no retoques cosméticos, sino cosas radicales", expresó ante los delegados. Luego prometió imponer un sistema de "tolerancia cero" para combatir la corrupción. "Tolerancia cero para todos", afirmó. Blatter siguió así la recomendación del presidente del Comité Olímpico Internacional Jacques Rogge, quien le dijo que solo medidas drásticas para darle más transparencia al organismo habían salvado al movimiento olímpico cuando enfrentó denuncias similares de corrupción en relación con los juegos de invierno de Salt Lake City del 2002. "Hemos cometido errores, pero sacaremos nuestras conclusiones", dijo Blatter. Agregó que quiere que en el futuro la sede de la Copa Mundial sea decidida en una votación en la que participen todas las federaciones y no por el comité ejecutivo, integrado por dos docenas de dirigentes, muchos de los cuales se han visto envueltos en casos de sobornos. Blatter prometió adoptar reformas para garantizar un sistema más democrático y darle más atribuciones a las federaciones nacionales. "Debemos poner fin de una vez por todas a todas estas críticas tan feas, denuncias, insinuaciones de que se hace trampa a diestra y siniestra", dijo el dirigente. Bin Hammam y el vicepresidente de la FIFA Jack Warner, líder de la CONCACAF (Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe) fueron suspendidos a la espera de los resultados de una investigación de denuncias de que dirigentes caribeños recibieron sobornos de 40.000 dólares para votar por Bin Hammam. Alemania, por su parte, pidió que se reconsidere la elección de Qatar como sede del mundial del 2022 y que se investiguen denuncias de corrupción en el proceso de selección.