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Bedoya encara sanción por codazo y patada

Bedoya encara sanción por codazo y patada
Ap
24 2012 - 12:46

El mediocampista Gerardo Bedoya, del Santa Fe, sufrirá duras sanciones por la agresión a un contrincante en la novena fecha del torneo Clausura del fútbol colombiano. Bedoya es blanco de críticas por la doble agresión contra el volante de Millonarios, Jhonny Ramírez, en el duelo del sábado por la noche entre los conjuntos bogotanos. Millonarios, con un gol en tiempo de reposición, se impuso 2-1 para seguir en el comando del torneo. El ex jugador de Boca Juniors y de la selección colombiana golpeó con el codo el rostro de Ramírez y cuando el futbolista de Millonarios estaba tendido en la cancha, le pegó una patada en la cabeza. Bedoya y Ramírez fueron expulsados a los 32 minutos, y a continuación corrieron la misma suerte por golpearse el defensor panameño Román Torres de Millonarios y el volante Edwin Cardona del Santa Fe. "Yo lo choco a él (Bedoya) primero. Entonces por eso me saca el codo... a él lo admiro como jugador, ha sido un gran referente para mí, me gusta la forma como se entrega en los partidos. No tengo ningún rencor, porque además de ser un colega es gran amigo", declaró Ramírez el lunes al diario El Espectador de Bogotá. Bedoya, de 36 años, será suspendido entre seis y ocho partidos, según el código del tribunal de penas de la liga profesional Dimayor. "Yo no soy ángel, también juego fuerte, en algunos momentos me paso de brusco. Son cosas que pasan, recibirá su sanción y ya está. Pero espero que no lo perjudiquen por eso", dijo Ramírez, quien sufrió un tajo en la frente. "Lo de Gerardo Bedoya es aterrador. Su solo codazo sin balón a Ramírez daba para mandarlo de inmediato al patio quinto de la Modelo (cárcel). Pero resultó grotesco e inverosímil lo que hizo después: ¡le pisó la cabeza cuando estaba caído... toda una bestialidad!", opinó el diario El Tiempo. Bedoya, miembro de la selección de Colombia que ganó la Copa América en 2001, ha guardado silencio. El estadio Jaime Morón de Cartagena, en el Caribe, también fue escenario de violencia pero no entre los futbolistas, sino que corrió por cuenta de un grupo de fanáticos del Real Cartagena en la agonía del partido que perdió 3-1 frente al Atlético Junior el domingo por la noche. El arbitro Hernando Buitrago dio por terminado el encuentro a los 83 minutos por falta de garantías de seguridad, mientras barras bravas arrancaban sillas y las lanzaban contra la policía. El general Carlos Rodríguez, comandante de la policía de Cartagena, anunció el lunes a los medios que hubo varios heridos, entre ellos seis policías, incluyendo uno de cuidado, y la retención de cuatro revoltosos. El administrador del estadio Rafael Jiménez dijo que encontró 77 sillas despedazadas, puertas y ventanas de las cafeterías del costado sur forzadas y una de éstas saqueada. Los desordenes se extendieron a la afueras del estadio y la estación del autobús fue destruida, confirmó el lunes la alcaldía de Cartagena. El Real Cartagena, en condición de equipo local, era responsable de la seguridad dentro del escenario y el reglamento contempla que tendrá que jugar varios partidos a puerta cerrada, en medio de una complicada situación económica y el peligro del descender.

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