El Bayern de Múnich, de una generación dorada a otra

Una década mágica termina en el Bayern de Múnich, ganador el domingo de su sexta Liga de Campeones. Pero sus dirigentes ya miran al futuro para seguir siendo los reyes en Alemania y Europa, y para perpetuar la leyenda de un club que lo ha ganado todo en los últimos 50 años.

Uli Hoeness, presidente hasta diciembre de 2019, y su 'alter ego' Karl-Heinz Rummenigge, exleyendas del club convertidas en dirigentes de dientes largos y palabras mordaces, han logrado su objetivo: sustituir con suavidad a la generación dorada de los años 2010, la de Arjen Robben, Franck Ribéry, Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger, por otra igual de talentosa: la de los Serge Gnabry, Kingsley Coman, Leon Goretzka, Joshua Kimmich y Niklas Süle.

El resultado: en las nueve últimas temporadas, el 'Rekordmeister' ha alcanzado en siete ocasiones las semifinales de la 'Champions', con tres finales y dos títulos, incluido el levantado el domingo frente al PSG.

En paralelo ha dominado con puño de hierro en Alemania con ocho Bundesligas consecutivas y seis copas nacionales. Nunca, en 120 años de historia, el club bávaro había sido tan fuerte durante tanto tiempo.

Entre las dos etapas, algunos veteranos han asegurado la transición: Manuel Neuer (34 años), que tumbó al PSG con tres paradas espectaculares el domingo, Thomas Müller (30 años), Robert Lewandowski (32), David Alaba (28) o Jérôme Boateng (31).

- "Mantener la plantilla como está" - El objetivo de Rummenigge, presidente de la junta directiva, y de su sucesor designado, Oliver Kahn, es simple: continuar.

Como siempre, tienen dos líneas de actuación: asegurarse la lealtad de los capitanes actuales y preparar el futuro.

Esta temporada renovaron a Neuer, Müller y Lewandowski hasta 2023 y a Alphonso Davies hasta 2025. El resto de figuras están bien establecidos o al menos desean quedarse, a excepción de David Alaba y Thiago Alcántara, que acaban contrato el próximo año.

El centrocampista español y el defensa austríaco comenzaron antes de la 'Final 8' de Lisboa una partida de póker, dejando ver sus ganas de partir.

El resultado debería conocerse en unos días.

Con respecto a Alaba, que a los 28 años ha entrado en una nueva dimensión en el equipo, Oliver Kahn se dijo el domingo "muy muy optimista" sobre las opciones de renovar.

En cuanto a Thiago Alcántara, que ha hecho saber que le gustaría un nuevo reto a sus 29 años, quizá el Liverpool, se le vio hablando largo rato con Hansi Flick en el césped del Estadio da Luz tras la victoria.

"Me ha dicho que se queda", declaró el entrenador del Bayern ante los micrófonos, con una sonrisa traviesa. Antes de reconocer que bromeaba: "De hecho no sé nada, y él tampoco, porque estábamos todos concentrados al 100% en esta final de la Liga de Campeones".

"Intento mantener la plantilla tal y como está actualmente", añadió Flick. "Voy a utilizar todo mi peso para que dos jugadores de esta calidad se queden con nosotros".

- Jóvenes talentos - Las únicas salidas probables son las de Philippe Coutinho, cedido por el FC Barcelona, e Ivan Perisic, prestado por el Inter de Milán.

El brasileño, esperado como una estrella, ha decepcionado. Perisic, de su lado, ha desempeñado un papel muy valioso como suplente para los extremos Gnabry y Coman cuando no estaban disponibles. Pero nunca ha sido titular indiscutible.

Más allá de eso, Rummenigge y Kahn ya piensan en el adiós de los treintañeros: entre los jóvenes talentos fichados últimamente, Davies está varios pasos por delante de sus contemporáneos, erigiéndose a los 19 años como la nueva joya de la defensa.

Pero el Bayern tiene otros diamantes por pulir, como Michaël Cuisance (21 años) y Tanguy Nianzou Kouassi (18), llegado este verano del PSG.

En la portería, ya se conoce al sucesor de Neuer: Alexander Nübel, de 23 años, ambicioso arquero de la selección sub-21 fichado del Schalke 04. Pero tendrá que ser paciente hasta que el inmenso 'Manu' Neuer quiera cederle el puesto.

El ejemplo de Kimmich puede inspirarle: este superdotado no lo pasó bien durante su temporada en el banquillo a la espera de la retirada de Lahm. Pero luego se ha convertido en un pilar del Bayern y de la selección alemana.