Atlético Madrid es el campeón de la Copa del Rey

Atlético Madrid es el campeón de la Copa del Rey
Ap
17 2013 - 17:10

El Atlético de Madrid ganó el viernes su décima Copa del Rey al imponerse por 2-1 al vecino Real Madrid en una intensa final que necesitó de una prórroga para declarar al vencedor. "Las finales son hermosas", había proclamado en la previa Diego Simeone y, pese a la gélida noche primaveral, el técnico del Atlético no se equivocó a tenor de lo visto en el estadio Santiago Bernabéu, donde hubo un choque vibrante en que los atléticos pusieron fin a 17 años de sequía en la copa y 14 sin vencer al eterno rival. Cristiano Ronaldo avanzó al Madrid a los 14 minutos con un imperial cabezazo, pero una brillante asistencia del colombiano Radamel Falcao permitió a Diego Costa (35) nivelar por el Atlético y el también brasileño Miranda (98) culminó la remontada con otro cabezazo en el tiempo extra, permitiendo que los rojiblancos levantaran la copa por novena ocasión en el Bernabéu. Simeone, quien desplegó sobre el tapete el mismo once que había anunciado 24 horas antes, le ganó la partida a su colega José Mourinho, quien tensó la cuerda con sus jugadores con polémicas en las últimas semanas y ni siquiera atendió la rueda de prensa previa. La conquista de la copa significó el tercer título para el técnico argentino desde que fichó por el club en noviembre de 2011, pues suma a la Liga Europa y Supercopa europea logradas con anterioridad. En su etapa como jugador rojiblanco, "El Cholo" ya hizo doblete ganando la liga y la Copa en la temporada 1995-96. Falcao, quien resultó clave en los dos títulos de la campaña anterior, también acumuló su tercera copa, pues ya ganó dos en Portugal con el Porto, además de dos ligas y otra Liga Europa. Mourinho, en cambio, cerró la campaña sin añadir título alguno a la Supercopa de España ganada en agosto. Podría tratarse del último título del portugués con el Madrid si se cumplen los pronósticos sobre su inminente marcha, cerrando etapa con un discreto balance de una liga, una Copa y una Supercopa en tres temporadas. Ante el fenomenal ambiente en las gradas, ambos equipos salieron revolucionados, y el primer gol no llegó hasta una vez superada la tormenta inicial, cuando apareció Cristiano como criminal silencioso y cabeceó la red un medido tiro de esquina lanzado por Mesut Oezil. El salto imponente y testarazo certero del portugués pareció venir precedido de un leve empujón al uruguayo Diego Godín, mero obstáculo del astro en la jugada. Curiosamente, el equipo de Simeone evidenció encontrarse más a gusto ante el reto de remontar, y pronto encontró un boquete por el flanco izquierdo de la zaga madridista y contó su primera ocasión en un cañonazo lejano de Gabi Fernández. Los rojiblancos ganaron en posesión, aunque ver como el Madrid alejaba del área a Falcao, resultaba tan desesperante como contemplar a un felino cazando sin las uñas afiladas. Pero el colombiano, de probada solvencia de las grandes citas, sacó la garra cumplida la media hora, así como un truco de su amplio repertorio: bajó a recibir al mediocampo, revolviéndose en un giro brusco de cadera y recortando por dos veces a Raúl Albiol antes de profundizar al espacio abierto por Sergio Ramos y aprovechado por Costa para batir de tiro cruzado, besando la base del poste, a Diego López. La afición atlética enloqueció con el empate y junto a ella el partido, que vio otro remate a la madera de Oezil, en disparo mordido. El Madrid salió con ganas del descanso y el Atlético, con mejores ideas tras los ajustes de Simeone que pronto generaron un disparo manso del lateral Filipe Luis y un remate en el área, fallido, de Miranda en jugada ensayada. La mejor ocasión de los blancos surgió de un rechace largo de la defensa y carrera de Cristiano, cuyo balón retrasado envió al poste Karim Benzema, y el posterior rechace tampoco acertó a convertir Oezil, encontrando el cuerpo de Juanfran Torres. El Madrid siguió llamando a la puerta con su tercer poste del partido, de tiro libre directo ejecutado por Cristiano, raso, esquivando la barrera por el lugar menos pensado. Simeone se pasó el partido parado en el área técnica en actitud opuesta a Mourinho, quien solo se levantó a falta de un cuarto de hora para protestar al árbitro y ganarse la expulsión. Cada balón dividido cobró valor de tesoro en un tramo final que vio engrandecerse las figuras de Falcao y Cristiano, incansables en busca del tanto decisivo pero faltos, como el resto, de la frescura y precisión necesarias para evitar la prórroga. Mientras Simeone arengaba a los suyos en los prolegómenos del periodo añadido, el capitán Iker Casillas, suplente, ocupó el lugar del entrenador en el coro del Madrid, que ofició un triple cambio con entradas de los argentinos Gonzalo Higuaín y Angel Di María. Pero el mayor empuje de la afición rojiblanca resultó fundamental en del desenlace, que empezó a adivinarse en un mano a mano desperdiciado por Costa y acercó la copa con el tanto de Miranda, libre de marca tras el rechace de un tiro de esquina e instintivo cabeceador del centro de Jorge Resurrección "Koke", anticipándose al arquero. Tuvo el empate Higuaín en un balón caído del cielo, pero empalmó al cuerpo de Thibaut Courtois, héroe también en la segunda prórroga con una prodigiosa atajada a Oezil en boca de gol. El final fue tan emocionante como tenso, empañado por los roces entre jugadores y la expulsión por roja directa a Cristiano.

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