Atlanta United, el ejemplo a seguir en la MLS
Con tiempo, dinero y talento llegado de Sudamérica, el Atlanta United del técnico argentino Gerardo Martino ha pasado de debutar en la MLS a su final en apenas dos años, batiendo récords en las gradas y sobre el terreno de juego en un ejemplo de cómo hacer las cosas en su camino hacia el éxito.
En 2014, el comisionado de la liga Don Garber anunció la expansión del campeonato junto a Arthur Blank, también propietario de los Atlanta Falcons de la NFL, quien comenzó entonces una cuenta atrás que ha visto a su equipo estrenarse en la competición en 2017 y estar ahora a las puertas de su primer título, cuando se enfrente el sábado en la final de la MLS al Portland Timbers del técnico venezolano Giovanni Savarese.
"Es lo que esperas que sea una organización. Es un ejemplo, en muchos sentidos. Han construido un equipo alrededor de su entrenador, que tiene muchísima experiencia. Él ha traído un estilo que ha resonado con fuerza", señaló Savarese el lunes sobre su próximo oponente.
"Han construido algo genial en la ciudad, con el estadio, los aficionados... Creo que son un ejemplo y haberlo hecho en solo dos años, hay que dar crédito a todos los que lo han hecho posible en esa organización", añadió.
- Los ojos en Sudamérica -
Con el equipo anunciado y con algo más de dos años para trabajar antes de su primer juego, Blank construyó unas instalaciones pioneras para los entrenamientos, valoradas en unos 60 millones de dólares, y le entregó las llaves de su proyecto al argentino Gerardo Martino, quien dejará la franquicia estadounidense tras el sábado, presumiblemente para entrenar a la selección mexicana, como un héroe en la ciudad y en la comunidad.
"Acorde con su reputación, ha sido un líder increíble y nos ha colocado en una situación de grandes éxitos de aquí en adelante. Tata se marchará dejándonos maravillosos recuerdos de nuestros primeros años y siempre tendrá un lugar especial en nuestros libros de historia", apuntó el presidente de la organización, Darren Eales, al anunciar a finales de octubre la marcha del entrenador.
Con Martino presentado, y con media liga buscando estrellas veteranas en Europa, el Atlanta decidió arrancar con su pequeña revolución mirando a Sudamérica.
El argentino fue la primera piedra de una fundación que se sostiene en el talento diferencial del delantero venezolano Josef Martínez, máximo goleador de la historia de la MLS en una temporada, y en la calidad del centrocampista paraguayo Miguel Almirón, el genio de la medular al que hoy siguen los grandes clubes de Europa.
Además, convirtieron al albiceleste Ezequiel Barco en el fichaje más caro de la historia de la liga y se transformaron en un destino "premium" para cualquier joven latinoamericano buscando lanzar su carrera internacionalmente. Ahí están los ejemplos de los argentinos Héctor Villalba, autor del primer gol de la historia del club en la pretemporada de 2017, Eric Remedi, Franco Escobar o Leandro González Pirez.
Martino construyó el Atlanta con tiempo, confianza y dinero, a su imagen y semejanza: el equipo cuida la pelota, juega al ataque y tiene un sello propio sobre el campo, que lo llevó a disputar los playoffs en su primera campaña y a llegar a la final en la segunda.
"Sentimos profundo orgullo por estar en las finales de la liga. Creemos que es un premio a nuestro esfuerzo y dedicación por parte de todos estos futbolistas por los últimos dos años y también por nuestra afición, por la forma en la que nos apoyan", explicó el Tata antes de la final.
"Me siento con la ansiedad propia que tenemos todos los que seguramente vamos a estar participando en esta final pero también me encuentro satisfecho porque en definitiva entendemos que, más allá de que es nuestro último partido, hay un proceso que empezó hace dos años y que más allá de los nombres seguirá funcionando", apuntó.
- Una afición entregada -
El United no solo es diferente por su política de fichajes. La comunión con su afición ha sido la mejor noticia posible para un campeonato que parece estar despegando definitivamente.
Su casa, el Mercedes-Benz Stadium, que comparten con los Atlanta Falcons de la MLS, es un ejemplo de arquitectura moderna, con instalaciones de última generación que han conseguido pulverizar todos los récords de público en un partido de la MLS.
Mientras en Los Ángeles, los Galaxy o el FC disputan sus encuentros delante de unos 20.000 aficionados, el Atlanta se ha acostumbrado a superar los 70.000, pasando incluso de los 72.000 en julio frente al Seattle Sounders, todo un récord.
"Somos un club de fútbol porque somos más que un equipo en la cancha: somos los aficionados, somos la comunidad, somos Atlanta, tomado de las voces de sus habitantes", reza el club en su página web.
AFP.