Altas esferas del fútbol español se declaran la guerra

MADRID -- Desde hace tiempo las cabezas de los organismos que regulan el balompié español se encontraban enfrentadas, aun así, imperaba cierta estabilidad, pues en realidad no había una declaración de guerra abierta. Hasta este miércoles.

Debido a la rivalidad, el máximo organismo del futbol español no descarta realizar paros en las competencias de diversas categorías.

Y es que el Secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, mantiene diferencias con Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Futbol. Éste, a su vez, se encuentra enfrascado en una lucha de poder con Javier Tebas, presidente de la Liga de Futbol Profesional.

Mediante una carta aprobada por la junta de la Federación y dirigida a la UEFA y el Gobierno Español, Villar solicitó la destitución del Secretario de Estado para el Deporte en todas las comisiones a las que pertenezca, incluido el Consejo Internacional de Arbitraje Deportivo. También emitió una queja formal ante la FIFA por la intromisión ilegítima del Consejo Superior del Deporte en asuntos que competen exclusivamente al futbol español.

Para agravar la situación, Javier Tebas tomó partido haciendo del conocimiento público una carta enviada a Villar en la que le recrimina sus constantes "faltas de respeto", denuncia insultos sufridos por parte del presidente de la Federación y precisa, en letra mayúscula, que "exigir la justificación de lo que se hace con el dinero público no es intervencionismo".

El enfrentamiento entre las cabezas del futbol español comenzó a agravarse en diciembre pasado, cuando Cardenal comenzó a auditar las cuentas de todas las Federaciones que reciben subvenciones gubernamentales.

Sin embargo, Villar se negó a rendir cuentas con el argumento de que la FIFA no consiente la interferencia del gobierno local.

La bomba explotó esta tarde cuando la directora general de deportes, Ana Muñoz, comunicó a Villar que los recortes que han visto todos los sectores de la sociedad española afectarán también al balompié, pues la subvención asignada para el futbol base se reducirá a 370 mil euros, poco más de la décima parte de los 2.9 millones que recibió la Federación la última vez.

En la carta que Villar enviará a las autoridades en un intento por forzar la dimisión de Cardenal amenaza con llevar a cabo "paros parciales del fútbol español, sin descartar la paralización de todas las competiciones", que empezarán este mismo fin de semana en los partidos de categorías amateur, donde habrá un "paro" de un minuto a modo de protesta y que se extenderán a otras categorías, incluso profesionales, si Cardenal conserva su puesto.

Mediante un comunicado, la Federación indicó que la medida responde al "incumplimiento de las directrices emanadas de la FIFA, la supresión de subvenciones de ayuda al futbol base, la persecución y acoso a un futbol aficionado cada vez más necesitado". Además, hace hincapié en el "desmesurado intervencionismo del CSD", mismo que había sido ya denunciado por el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, en diciembre pasado.

El CSD, por su parte, se defendió afirmando que la Federación no ha permitido que los auditores revisen sus cuentas, algo que el organismo gubernamental considera legítimo.

A través de un comunicado, el Consejo "invitó" a la RFEF y sus dirigentes "a que no confundan con artificiales enfrentamientos los retos que institucional y personalmente les pueda estar planteando el cumplimiento de las normas sobre justificación de subvenciones, transparencia y auditoría, y que normalicen su actuación y relación con los diferentes organismos, incluido el CSD, algo imprescindible para el servicio que le está encomendado y el futbol merece".

Paralelamente, el presidente de la LFP hizo pública una carta dirigida a Villar en la que acusa al directivo de llamarlo "gilipollas" y se muestra "alarmado" por la falta de transparencia en el organismo rector del futbol español.

"Me alarma que una institución como la RFEF sea incapaz de justificar subvenciones de dinero público y se ampare en una falsa persecución, un victimismo para evadir esta importante responsabilidad ante el CSD, en definitiva ante todos los españoles".

Además, le recordó que "la LFP paga 30 millones de euros por temporada a la RFEF y tiene derecho, incluso la obligación, de exigir más transparencia en estos aspectos económicos".

Tebas, además, acusa a Villar de "desinformar" sobre varios aspectos, entre ellos la manera en que se gestiona la lucha contra la violencia en los estadios y el arreglo de partidos.

Y deja ver que Villar no ha asistido a un buen número de juntas donde se han tomado decisiones importantes en relación a las competiciones, por lo que le solicita "por enésima vez, una reunión para dialogar sobre estos y otros temas, entre ellos, el de la integridad, ya que desde hace meses te quiero comunicar hechos importantes que están ocurriendo y que al parecer no quieres conocer".